La fiebre Pokemon GO es notoria y se puede ver en toda la ciudad. Es por eso que el escritor y poeta, Cristian Warnken, escribió una columna dedicada a todos estos jugadores que de pronto salieron a la ciudad a recorrerla con un celular en su mano, para cazar Pokemones.
Lee la columna completa y cuéntanos tu opinión sobre este fenómeno:
Camino entre zombies de todas las edades que buscan unos "pokemones" imaginarios entre las calles de mi ciudad. En realidad, parezco yo el zombie de una especie en extinción, la de los que recorremos los parques para contemplar los árboles, y las calles para encontrarnos con los otros.
¡Cómo se llenaron nuestras ciudades de personas! ¿Adónde estaban todos estos habitantes que hoy emergen de la nada para copar los espacios públicos? ¿Estaban en sus casas, sumergidos en las pantallas onanistas, eran unos muertos en vida que de pronto resucitaron, unos vampiros que descubrieron que en la realidad también estaba su alimento virtual? ¡A muchos de estos nativos digitales no les había visto jamás la cara, tal vez nunca me habría topado con ellos si no hubiese sido por los pokemones, los grandes buscados! Son las 11 de la mañana, y el Parque Forestal parece invadido por una oleada de muertos vivientes.
Lee más en los blogs de El Mercurio.