
Dormir bien es esencial para la salud.
Durante el sueño, el cuerpo sigue trabajando en procesos clave para el equilibrio energético, el estado de ánimo y la función cognitiva.
Merrill Mitler, neurocientífico del National Institutes of Health (NIH) de EE.UU., explica que el descanso adecuado favorece la capacidad intelectual y ayuda a prevenir enfermedades.
Sin embargo, problemas para dormir pueden afectar el razonamiento, la resolución de problemas y aumentar el riesgo de padecer obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares, advierte el experto.
Michael Tweety, especialista en sueño del NIH, señala que las alteraciones en el descanso nocturno no solo afectan los tejidos del cuerpo, sino que también impactan el sistema inmunológico, la presión arterial y el apetito.
Los 5 alimentos que pueden interferir con tu descanso
Según un estudio de la National Sleep Foundation, más del 50 % de los adultos en EE.UU. no duerme lo suficiente, y el 82 % de las personas desea mejorar su calidad de sueño.
En esa línea, la American Association of Retired Persons publicó en noviembre de 2024 que los alimentos bajos en fibra o con altos niveles de grasa pueden generar un descanso más ligero y menos reparador.
Estos son algunos de los alimentos que se recomienda evitar antes de dormir:
1. Carne de res y pollo
El nutricionista deportivo Benjamín Bunting advierte que las proteínas como pollo, pavo, carne de res o pescado son difíciles de digerir durante la noche. “Se recomienda consumir estos alimentos al menos una o dos horas antes de acostarse”, indica el especialista.
2. Tomates
Aunque son un ingrediente común en muchas comidas, los tomates tienen alta acidez, lo que puede provocar reflujo e indigestión si se consumen en la cena.
3. Café o té
Las bebidas con cafeína estimulan el sistema nervioso central y mantienen el cuerpo en estado de alerta. Esto impide que la persona sienta cansancio y puede afectar la calidad del sueño.
4. Pan blanco
Este alimento contiene carbohidratos refinados, lo que puede causar peaks de azúcar en la sangre y generar un exceso de energía en el organismo, dificultando el descanso.
Para mejorar la calidad del sueño, los expertos recomiendan mantener una alimentación equilibrada y evitar estos alimentos en la noche.