
En la era digital, donde redes sociales como Instagram, TikTok o Facebook dominan la comunicación y el ocio, optar por la desconexión total puede sonar contracorriente.
Pero, ¿qué ocurre en nuestra mente cuando abandonamos estas plataformas? La respuesta, según expertos en psicología, revela un abanico de efectos, tanto positivos como desafiantes, que vale la pena explorar.
Una de las principales razones para alejarse de las redes es la búsqueda de tranquilidad mental.
Estrés a raya y tiempo recuperado: las ventajas de desconectar
Clay Drinko, docente y colaborador de Psychology Today, lo explica claramente: "evitar estas plataformas puede estar relacionado con el bienestar emocional".
El sistema de recompensas variables de las redes, donde la incertidumbre manda, genera ansiedad y dependencia. Estudios demuestran que pausas en redes como Facebook o Instagram reducen significativamente el estrés.
La ausencia de comparación constante, de noticias negativas y de la presión por la perfección online se traduce en mayor calma y control.
El tiempo, otro gran beneficiado, se recupera para actividades enriquecedoras: nuevas habilidades, ejercicio, seres queridos o introspección. ¡Se estima que ganamos un mes al año al desconectar de las redes!
Soledad digital vs. conexiones reales: el dilema del aislamiento
Pero no todo es color de rosa. Dejar las redes puede generar aislamiento, especialmente para quienes las usaban como principal vía de interacción.
Un estudio sobre abstinencia de redes reveló aumento de la soledad y menor satisfacción vital en algunos casos. Para muchos, las redes son conexión y comunidad.
Sin embargo, este impacto depende de la motivación. Quienes desconectan para fortalecer vínculos reales mitigan lo negativo.
La clave está en reemplazar el tiempo online por encuentros presenciales, llamadas reales y otras fuentes de información como medios tradicionales o conversaciones directas. Desconectar no tiene por qué significar aislarse, sino reconectar con lo que verdaderamente importa.
Estrategias para evitar el aislamiento
Si una persona considera abandonar las redes sociales, pero teme sentirse desconectada, existen estrategias recomendadas por especialistas para mitigar ese impacto:
- Fortalecer las conexiones fuera de internet: Programar reuniones presenciales o mantener contacto con amigos y familiares a través de llamadas y mensajes.
- Analizar los motivos: Reflexionar sobre el impacto de las redes sociales en el bienestar personal puede ayudar a tomar una decisión informada.
- Hacer pruebas de desconexión: Reducir el uso de redes por periodos cortos permite evaluar cómo afecta la ausencia de estas plataformas en la rutina diaria.
- Buscar otras fuentes de información: Leer noticias en medios tradicionales, seguir blogs o mantener conversaciones con otras personas puede ser una alternativa para mantenerse informado sin depender de redes sociales.
En definitiva, prescindir de las redes sociales puede ser una decisión beneficiosa para reducir el estrés y mejorar la salud mental, siempre que se implementen estrategias para mantener el vínculo con la comunidad y el acceso a la información.