
Justin Timberlake saldó una deuda de tres décadas con el público chileno al debutar en el país durante la segunda jornada de Lollapalooza Chile 2025. El sábado 22 de marzo, el artista cerró la noche en el escenario Cenco Malls, sucediendo a la presentación de Alanis Morissette, en un espectáculo que fusionó energía, nostalgia y maestría escénica.
El show comenzó con Mirrors, uno de sus éxitos más emblemáticos, marcando el inicio de una presentación de hora y media que recorrió distintas etapas de su carrera. El setlist estuvo principalmente cargado de temas de su segundo álbum de estudio, FutureSex/LoveSounds, incluyendo canciones como My Love y SexyBack, que hicieron vibrar al público.
El público cayó rendido a sus pies
Durante Cry Me a River, Justin Timberlake interactuó con los asistentes, mencionando repetidamente "Santiago" e invitando a la audiencia a cantar más fuerte. El entusiasmo de los presentes, en su mayoría mujeres, se hizo notar en cada interpretación.
El artista también dedicó espacio a su más reciente trabajo, Everything I Thought It Was (2024), interpretando temas como No Angels y Selfish. Este último fue precedido por un emotivo discurso en el que Timberlake agradeció a los asistentes por hacer su sueño realidad. La emotividad lo llevó incluso a derramar lágrimas, lo que le valió una ovación del público.
La puesta en escena fue minimalista pero efectiva, con una banda numerosa y bailarines que complementaron la actuación sin restarle protagonismo al cantante. Timberlake demostró ser un showman completo, combinando su potente voz con coreografías precisas e interacciones constantes con sus fans. En un momento destacado, saludó a una fanática de diez años que con un cartel le pidió su autógrafo.
El cierre del espectáculo llegó con Until the End of Time, donde Timberlake despidió una noche que quedará en la memoria de sus seguidores chilenos. Su debut en el país no solo cumplió, sino que superó las expectativas, consolidándolo como uno de los grandes del pop contemporáneo.