El papa Francisco hizo su primera aparición pública este domingo tras permanecer 37 días hospitalizado por una neumonía en el hospital Gemelli de Roma.
A las 12:02 del mediodía, hora de Roma, el Pontífice de 88 años salió a uno de los balcones del hospital en silla de ruedas para saludar a los fieles congregados frente al recinto.
Con dificultades para respirar y hablar, levantó el pulgar y, con voz débil, expresó: "Gracias a todos. Veo a esa señora con flores amarillas, muy bien", en referencia a una mujer en la multitud.
Durante su breve saludo de apenas dos minutos, Francisco intentó hacer la señal de la cruz con visible dificultad. A las 12:04, sus asistentes lo llevaron de regreso a su habitación, donde los médicos recomendaron que continúe su recuperación con reposo, terapia y rehabilitación durante al menos dos meses.
Un regreso con una parada inesperada
A las 12:13, el Papa recibió el alta médica y salió del hospital en un Fiat Cinquecento blanco, ubicado en el asiento del copiloto. Aunque se esperaba que se dirigiera directamente al Vaticano, la comitiva cambió de rumbo y se detuvo en la basílica de Santa María la Mayor, un lugar que Francisco visita tras cada viaje internacional.
De acuerdo con El País, la parada no estaba anunciada, lo que generó sorpresa entre los turistas y cierta improvisación en los protocolos de seguridad. Según informó el Vaticano, el Papa entregó un ramo de flores al cardenal lituano Rolandas Makrickas, arcipreste coadjutor de la basílica, para que fuera depositado en la imagen de la Virgen de Salus Populi Romani (Protectora del Pueblo Romano).
Finalmente, a las 12:58, el vehículo papal cruzó los muros del Vaticano. En imágenes captadas desde el interior del auto, se pudo ver que Francisco respiraba oxígeno a través de cánulas nasales, con una bombona colocada en la parte posterior de su asiento.
Un periodo de convalecencia y cambios en su agenda
Esta ha sido la segunda hospitalización más prolongada de un pontífice en el Gemelli, solo superada por los 55 días que Juan Pablo II pasó allí en 1981.
Durante su internación, Francisco ocupó un apartamento en la décima planta del hospital, equipado con una capilla privada. Sin embargo, para su breve aparición ante los fieles, se asomó desde la quinta planta para ser más visible.
El Vaticano divulgó un mensaje escrito por el Papa para el Ángelus de este domingo, en el que destaca: "Durante este largo período de hospitalización, he tenido la oportunidad de experimentar la paciencia del Señor, que veo reflejada también en la incansable atención de los médicos y trabajadores de la salud".
Ahora, Francisco se instalará nuevamente en la residencia de Santa Marta, donde ya han preparado su habitación con equipos de oxígeno y material para fisioterapia. Aunque su agenda pública se verá reducida, en el Vaticano insisten en que el Papa sigue plenamente consciente y lúcido.
En las últimas semanas han surgido especulaciones sobre una posible renuncia, pero ni el Pontífice ni su entorno han dado señales en esa dirección. Sin embargo, el deterioro de su salud abre una nueva etapa en su pontificado. Con un ritmo de trabajo más moderado y una recuperación que aún tomará varios meses.
