
Tras el verano, la piel puede lucir deshidratada, opaca y sensible debido a la exposición prolongada al sol, el cloro de la piscina y la sal del mar.
Estos factores afectan la barrera cutánea, provocando sequedad y manchas. Por ello, es fundamental retomar una rutina de cuidado que ayude a restaurar su equilibrio y luminosidad.
Hidratación: el primer paso para restaurar la piel
Durante la temporada de calor, la piel pierde hidratación, volviéndose más frágil y propensa a daños externos.
La especialista de Pichara, Jess Venegas, destaca que "es importante incorporar productos que ayuden a recuperar su salud, restaurando la base cutánea y la elasticidad natural. También es importante saber para qué tipo de piel es cada uno, pues no todos cuentan con las mismas propiedades”.
El uso de productos con ácido hialurónico o glicerina es clave, ya que estos ingredientes ayudan a retener el agua y mejorar la apariencia de la piel.
"El calor, la sal del mar y el agua de la piscina impactan negativamente, y uno de los primeros síntomas es sentir nuestro rostro tirante. Existen distintas alternativas como cremas, mascarillas faciales y también ampollas", explica Venegas.
Exfoliación y reparación de la piel
Otro paso esencial es la exfoliación, ya que la piel tiende a acumular células muertas que la hacen lucir apagada. Exfoliar el rostro dos veces por semana ayuda a eliminar impurezas y favorece la absorción de productos hidratantes.
Además, la piel necesita ingredientes reparadores que refuercen su barrera natural.
"Después del verano, la piel necesita más que solo hidratación. Ingredientes como la centella asiática o la vitamina E ayudan a calmar la piel y devolverle su equilibrio", agrega Venegas.
Protección solar durante todo el año
Aunque el verano haya terminado, la protección solar sigue siendo imprescindible.
La radiación UV es la principal causa del envejecimiento prematuro y la aparición de manchas. Usar un fotoprotector de amplio espectro con FPS 30 o superior y aplicarlo diariamente es esencial para mantener la piel sana y protegida.
"Cuidar la piel no es solo una cuestión estética, sino de salud. Retomar una rutina adecuada después del verano permitirá que la piel recupere su vitalidad y se mantenga protegida para los cambios de estación", concluye Venegas