
El 28 de febrero de 1986, el panorama musical se sacudía con una noticia que marcaría el final de una era: George Michael, la voz inconfundible de Wham!, anunciaba la separación del exitoso dúo pop, apenas cuatro años después de su explosivo debut en la escena musical británica en 1982.
Con más de 30 millones de discos vendidos a nivel mundial en un breve pero intenso período, Wham! se despedía de sus fans, abriendo un nuevo capítulo en la carrera de Michael, quien se consolidaría como una superestrella solista.
De "Wham!ania" a la separación amistosa: un final en la cima
Wham! nació de la amistad de la infancia entre George Michael y Andrew Ridgeley en Bushey, Hertfordshire, en 1981. Su ascenso fue meteórico, impulsado por éxitos globales que definieron la década de los 80 y la llamada "Wham!ania".
Canciones como Careless Whisper, Wake Me Up Before You Go-Go, Last Christmas y Club Tropicana se convirtieron en himnos generacionales, llevando al dúo a la cima de las listas de popularidad y a conquistar legiones de fans en todo el mundo.
Incluso en 2008, una encuesta de NME los consagraría como "La Mejor Boy Band de Todos los Tiempos". Superando a gigantes del género como Backstreet Boys y N'Sync.
A pesar del arrollador éxito, la separación de Wham! se gestó de manera amistosa y planificada.
Como destaca el texto original, "es considerada una de las separaciones más amistosas del pop".
Michael y Ridgeley celebraron su despedida con un concierto final y el lanzamiento del álbum recopilatorio The Final, sellando su trayectoria de forma elegante y sin conflictos públicos.
La decisión de separarse respondió a la evolución musical de George Michael, quien buscaba explorar un sonido más sofisticado y adulto, alejándose de la imagen juvenil y pop de Wham!
George Michael: el despegue solista y un legado imparable
Apenas un año después del adiós de Wham!, George Michael lanzó su álbum debut como solista, Faith (1987), un éxito comercial arrollador que confirmó su talento y ambición artística.
El cambio de imagen de Michael, más maduro y varonil, también contribuyó a consolidar su nueva etapa solista, como señala el texto. "Parte del éxito se debió a un hábil cambio de imagen más varonil. George optó por un look más agresivo, con barba de varios días, pendientes, lentes de sol, botas y pantalones ajustados".
Faith marcó el inicio de una brillante carrera en solitario para George Michael, quien se convertiría en un ícono global de la música pop, explorando géneros como el soul y el R&B, y dejando un repertorio musical que trasciende generaciones.