
Chile podría enfrentar un gran terremoto en los próximos años.
Según dijo recientemente el director del Centro Sismológico Nacional, Sergio Barrientos, hay un 65 % de probabilidades de que ocurra un sismo de magnitud 8,0 o superior en 2026.
El doctor Marcos Moreno, investigador del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), respalda esta advertencia tras detectar deformaciones en el suelo oceánico de la Fosa de Atacama.
"Los datos en tierra ya indican que esta zona está acumulando energía y que pronto podría ocurrir un gran terremoto de magnitud 8,0 a 8,5", señaló.
El reciente hallazgo del IMO, logrado a través de la expedición IDOOS, es clave para comprender la mecánica de estos eventos.
"Las mediciones geofísicas submarinas son clave. Ya que con los equipos terrestres perdemos resolución y no podemos captar con precisión los procesos donde realmente se generan estos eventos”, explicó Moreno.
La fosa oceánica en Chile tiene más de 8 kilómetros de profundidad y se encuentra a solo 130 kilómetros de la costa. "Cuando esta energía se libera abruptamente en un gran terremoto, la ruptura puede extenderse hasta la fosa oceánica, desplazando el fondo marino y generando tsunamis de gran magnitud", detalló el investigador.
Medidas de prevención y preparación ante un gran terremoto
Frente a estas proyecciones, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) ha fortalecido sus estrategias para mejorar la respuesta ante emergencias.
Entre las medidas implementadas destacan:
- Unidades de Alerta Temprana en cada región para mejorar la coordinación en situaciones de riesgo.
- Sistema de Alerta de Emergencia (SAE), que envía notificaciones a celulares para reforzar evacuaciones en caso de tsunami.
- Instalación de más de mil alarmas en el borde costero como parte de un plan de concesión en desarrollo.
El debate sobre la preparación sísmica resurgió en Chile a propósito del 15° aniversario del terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010, que dejó más de 500 muertos y dos millones de damnificados.
"La memoria de aquel 27 de febrero nos debe servir como un recordatorio de la necesidad de estar siempre preparados para futuras emergencias". Así lo afirmó la directora nacional de Senapred, Alicia Cebrián.
Según los expertos, los últimos dos grandes terremotos en la brecha sísmica de Atacama ocurrieron en 1922 y 1819. Con un intervalo de aproximadamente 100 años.
Este patrón sugiere que un nuevo evento de gran magnitud podría estar próximo a ocurrir.