
La Iglesia Católica se mantiene en alerta por la delicada salud del Papa Francisco. Desde hace ocho días, el Pontífice de 88 años permanece hospitalizado en el Policlínico Universitario Agostino Gemelli de Roma, aquejado de una neumonía en ambos pulmones.
Aunque fuentes oficiales del Vaticano indican que su estado muestra una ligera mejoría, la discusión sobre una posible renuncia ha resurgido con fuerza, especialmente tras las declaraciones del cardenal Gianfranco Ravasi.
¿Seguirá el camino de Benedicto XVI?
El antecedente más reciente de una renuncia papal es el de Benedicto XVI en 2013, quien se convirtió en el primer Papa en dimitir desde 1294. Benedicto tomó la decisión histórica porque no podía manejar los viajes papales, las audiencias y "todas esas citas interminables" a sus 85 años.
El Papa Francisco felicitó a su predecesor por “abrir la puerta” para que otros papas renunciaran. "Fue algo muy bueno para la Iglesia. Les dijo a los papas que se detuvieran a tiempo", dijo en ese entonces.
Sin embargo, en sus memorias Life: My Story Through History, publicadas el año pasado, Francisco escribió: "Creo que el ministerio petrino es ad vitam [de por vida] y, por lo tanto, no veo condiciones para una renuncia". Aunque en la siguiente oración agregó: "las cosas cambiarían si surgiera un impedimento físico serio".
El cardenal Ravasi, una de las figuras más influyentes en la Curia romana, señaló que Francisco "podría dimitir" si llegara a perder su capacidad de comunicación y contacto directo con los fieles, aspectos fundamentales de su pontificado. Sin embargo, también recordó que el Papa ha sido firme en su postura de que el liderazgo de la Iglesia se ejerce "con el cerebro, no con la rodilla", en alusión a sus problemas de movilidad.
Una salud frágil, pero estable
El Vaticano comunicó el jueves en la tarde que el Papa sigue mejorando y que no presenta fiebre. A pesar de su hospitalización, Francisco continúa trabajando desde su cama y ha recibido visitas importantes, como la de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. "No ha perdido su proverbial sentido del humor", afirmó Meloni tras su encuentro con el pontífice.
Si bien la situación no es crítica, la incertidumbre persiste. La neumonía que lo afecta es especialmente delicada, ya que uno de sus pulmones fue parcialmente extirpado cuando era joven. A esto se suman otros problemas de salud previos, como sus dolores en la rodilla y cadera. Estos le han obligado a usar silla de ruedas en varias ocasiones.
¿Una renuncia inevitable?
El Papa Francisco ya ha confirmado que poco después de ser elegido pontífice escribió una carta de renuncia en caso de que problemas médicos le impidieran llevar a cabo sus funciones. Sin embargo, también ha advertido que la dimisión no debería convertirse en "una moda".
El biógrafo papal Austen Ivereigh sostiene que Francisco "no tiene problemas en ser un Papa más frágil". Pero también enfatiza que, para él, "no existe un papado del 20 por ciento". Si llegara a sentir que no puede ejercer su misión en plenitud, podría seguir el ejemplo de Benedicto XVI.
Por ahora, todo apunta a que Francisco continuará en el cargo mientras su salud lo permita. Su fortaleza ha sido destacada por varios observadores, incluido el arzobispo de Bari, Giuseppe Satriano. El sacerdote recordó que el Papa sorprendió a todos al completar un exigente viaje por Asia en septiembre. "Es un luchador, así que creo que ganará esta batalla", afirmó.