Dave Grohl nació un día como hoy en 1969, consolidándose como una de las figuras más relevantes de la música rock.
Desde sus inicios como baterista de Nirvana, hasta convertirse en el vocalista y líder de Foo Fighters, Grohl ha demostrado ser un músico versátil y una fuente constante de creatividad en la industria.
De Nirvana a Foo Fighters: una transición histórica
Grohl comenzó su carrera en los años 80 como baterista de bandas locales en Washington, D.C., siendo Scream su proyecto más notable antes de unirse a Nirvana en 1990.
Con el trío liderado por Kurt Cobain, alcanzó fama mundial y grabó el icónico álbum Nevermind, que redefinió el rock alternativo.
Tras la muerte de Cobain en 1994, Grohl transformó su dolor en creatividad, fundando Foo Fighters. Como líder de la banda, ha lanzado 11 álbumes de estudio y ha llevado su música a los escenarios más importantes del mundo.
"Si no fuera por The Beatles no hubiera sido un músico", declaró Grohl, destacando a la banda británica como su principal influencia.
Las influencias que moldearon a Dave Grohl
Dave Grohl aprendió batería de forma autodidacta, escuchando discos de Rush y rock punk. Entre sus inspiraciones se encuentran Neil Peart, baterista de Rush, y John Bonham de Led Zeppelin.
Grohl incluso se ofreció como reemplazo de Bonham en el legendario concierto de Led Zeppelin en el O2 Arena en 2007, aunque el puesto lo ocupó Jason Bonham, hijo del fallecido músico.
Queen también ocupa un lugar especial en la lista de influencias de Grohl. Participó en la ceremonia de inducción de la banda británica al Salón de la Fama del Rock & Roll en 2001, interpretando clásicos como We Will Rock You.
Además, Grohl es amigo cercano de Red Hot Chili Peppers y ha destacado la habilidad de músicos contemporáneos como Brann Dailor, baterista de Mastodon.
Más allá del rock
El legado de Grohl incluye proyectos como Probot (2004), donde colaboró con figuras del heavy metal, y participaciones con bandas como Queens of the Stone Age, Garbage y Tenacious D.
La revista Rolling Stone lo ubicó en el puesto 27 de los 100 mejores bateristas de todos los tiempos, consolidando su estatus como ícono de la música.