Para la primera semana del año habrá temperaturas por sobre los 30 grados, por ello es de suma importancia la protección sobre todo para quienes trabajan al aire libre o en horarios con mayor índice UV. Las olas de calor son un fenómeno generalizado y "las personas no han tomado conciencia de los efectos en la salud, que pueden llegar hasta la muerte", destacó la Subgerente de prevención de Achs Seguro Laboral, Lilian Padilla, en Nada Es Tan Grave.
Según la experta en prevención, una de las consecuencias más comunes de la exposición a altas temperaturas son los golpes de calor, que afectan sobre todo a grupos de mayor riesgo: niños, adultos mayores y personas con enfermedades de base. Los efectos más habituales son aletargamiento, fatiga, sudoración, vista borrosa, mareos, y en casos más extremos los síntomas pueden implicar incluso la incapacidad de mantenerse en pie o hilar una conversación. Cualquiera de los casos anteriores "es una señal de que se requiere atención médica", señaló Padilla.
En Chile existe un protocolo para la jornada de trabajo, que según la experta "es bueno, porque obliga al empleador a tomar ciertas medidas de resguardo". Entre sus recomendaciones se encuentran trabajar bajo techo y complementar la protección del cuerpo con ropa de fibra natural y aplicando bloqueador solar. Además, el trabajo debe realizarse con descansos, hidratación constante y a tempranas horas o cuando el sol baja, para minimizar la exposición a este.
Temporada de piscinas
Por otra parte, la última semana de diciembre comenzó oficialmente la temporada de piscinas, momento en que aumenta la necesidad de prevenir accidentes asociados. "En Chile, la segunda causa de muerte accidental de niños entre uno y cuatro años, es por inmersión. Y, además, el 70% de los casos ocurre en las casas propias", precisó la subgerente.
Contar con una reja de seguridad en la piscina es esencial, pero las precauciones no se limitan a eso, ya que "la protección depende del adulto que esté al cuidado de los niños que están en la casa", agregó Padilla. También es clave el "uso de chaleco salvavidas en vez de alitas", y una correcta elección del color del traje de baño, ya que bajo el agua hay colores que pueden no distinguirse bien. Por último, para proteger la piel de los más pequeños, la experta recordó que se debe aplicar bloqueador solar constantemente y cubrirlos ya sea con trajes de baño con protección UV o con un gorro.