El 10 de diciembre de 1983, Paul McCartney y Michael Jackson alcanzaron el número uno en las listas de Estados Unidos con Say Say Say, un tema que se mantuvo durante seis semanas consecutivas en la cima del Billboard Hot 100.
Este icónico dúo, que combinó el talento del ex-Beatle y el Rey del Pop, se convirtió en un fenómeno global, liderando también las listas de países como España, Canadá, Noruega y Suecia.
La colaboración detrás de Say Say Say
Compuesta por McCartney y Jackson, la canción la produjo George Martin, legendario productor de The Beatles, y se grabó durante las sesiones de Tug of War en 1982.
Aunque fue lanzada como parte del álbum Pipes of Peace de McCartney, el sencillo se convirtió en el séptimo éxito de Jackson en un año, batiendo récords previamente establecidos por Elvis Presley y los propios Beatles.
La conexión entre ambos artistas no se limitó a lo musical: Michael Jackson llegó a hospedarse en la casa de Paul McCartney durante las grabaciones, donde surgieron conversaciones sobre la industria que más tarde influirían en las controvertidas decisiones de Jackson, como la adquisición de los derechos del catálogo de The Beatles en 1985.
Un cortometraje que rompió esquemas
El videoclip de Say Say Say, dirigido por Bob Giraldi, fue una innovadora pieza narrativa ambientada en la década de 1920.
En él, McCartney y Jackson interpretan a dos timadores carismáticos, Mac y Jack. Estos venden una "poción milagrosa" en un espectáculo itinerante y luego donan las ganancias a un orfanato.
Filmado en Sycamore Valley Ranch —una propiedad que Jackson compraría años después y renombraría como Rancho Neverland—, el video destacó por su enfoque cinematográfico. Con una historia extendida que inspiró elementos de futuros proyectos como Thriller. Giraldi elogió la profesionalidad de ambos artistas, afirmando que "Michael no superó a Paul, y Paul no superó a Michael".
La producción contó con un presupuesto de 500.000 dólares y presentó cameos de Linda McCartney, La Toya Jackson y el propio Giraldi. Según Rolling Stone, el cortometraje destacó por la química entre sus protagonistas y su capacidad para mantener equilibrados dos egos gigantes en una colaboración artística.
Un legado en las listas y más allá
Say Say Say no solo marcó un momento clave en las carreras de McCartney y Jackson, sino que consolidó su posición en la cultura pop.
El sencillo obtuvo certificaciones de platino y oro en varios países. Mientras que su innovador videoclip se convirtió en un referente para los videos musicales de la época.