El 22 de diciembre de 1984, Madonna conquistó por primera vez el número uno del Billboard Hot 100 con Like a Virgin, tema que permanecería en la cima durante seis semanas.
Producida por Nile Rodgers y escrita por Billy Steinberg y Tom Kelly, la canción fue el primer sencillo de su segundo álbum, consolidándola como una figura clave de los años 80.
Like a Virgin no solo dominó las listas en Estados Unidos, sino también en países como Australia, Canadá y Japón.
Su impacto cultural fue inmediato, impulsando la carrera de Madonna y redefiniendo la imagen de la artista como una mujer audaz, segura y con control de su sexualidad.
Billy Steinberg explicó que la canción se basó en experiencias personales, destacando su capacidad para conectar con un público global. Sin embargo, Rodgers inicialmente dudó sobre su potencial.
"Pensé que no tenía un hook adecuado, pero me equivoqué; es una de esas canciones que no puedes sacar de tu cabeza", admitió el productor.
Controversias y legado cultural
El tema generó reacciones polarizadas. Mientras los jóvenes adoptaban su estilo y mensaje, algunos sectores conservadores lo criticaron, acusándolo de promover valores contrarios a la familia tradicional. Madonna, por su parte, enfrentó la controversia con la misma actitud desafiante que definió su carrera.
El video musical, dirigido por Mary Lambert, ayudó a consolidar el fenómeno.
Filmado en Venecia, muestra a Madonna vestida de novia navegando por góndolas y explorando su imagen como una mujer independiente.
Las escenas provocaron análisis culturales que destacan su capacidad para jugar con metáforas sexuales y religiosas.
A lo largo de las décadas, Like a Virgin se ha mantenido como un clásico.
La canción ha sido interpretada en numerosas giras de la artista, incluida la más reciente Rebel Heart Tour (2015-2016). También ha aparecido en películas como Moulin Rouge y Reservoir Dogs, demostrando su relevancia cultural.
Una canción que cambió la música pop
Desde su lanzamiento, Like a Virgin ha sido incluida en listas de críticos y medios como Rolling Stone y el Salón de la Fama del Rock. Para muchos, fue el punto de inflexión que transformó a Madonna en un ícono de la cultura popular.
Su influencia sigue vigente, tanto en la música como en la moda y el arte. "Madonna Wannabes", como se les llamó a sus seguidoras en los años 80, adoptaron su estilo rebelde y desafiaron las normas sociales de la época, consolidando su estatus como una artista revolucionaria.