Llevar una dieta rica en frutas, verduras y alimentos de origen vegetal puede ser clave para prevenir enfermedades del corazón, la principal causa de muerte en nuestro país.
Entre las opciones más efectivas para mejorar la salud cardiovascular se encuentra la dieta portfolio, un enfoque alimenticio diseñado para reducir el colesterol malo (LDL) y proteger contra enfermedades coronarias.
¿Qué es la dieta portfolio?
La dieta portfolio, desarrollada hace veinte años, se centra en consumir alimentos que reduzcan el colesterol LDL. Su nombre proviene del "portafolio" de cuatro perfiles alimenticios que promueve:
- Proteínas de origen vegetal (frijoles, lentejas, soja).
- Esteroles vegetales, compuestos que disminuyen los niveles de colesterol (aceites vegetales como el de girasol, maíz y oliva)
- Fibra soluble (frutas, verduras, cereales integrales).
- Grasas monoinsaturadas (nueces, semillas, aguacate).
Este enfoque comparte similitudes con otras dietas saludables, como la mediterránea y la DASH, pero con una diferencia clave: es completamente vegano.
Beneficios comprobados
Según estudios, seguir estrictamente esta dieta puede reducir el colesterol LDL hasta en un 29% en solo cuatro semanas, un resultado comparable al uso de medicamentos como la lovastatina. Además, quienes adoptan este plan tienen un 14% menos de probabilidades de desarrollar enfermedades coronarias o sufrir accidentes cerebrovasculares. Otros beneficios incluyen:
- Propiedades antiinflamatorias.
- Mayor consumo de fibra, esencial para una buena digestión y salud general.
Cambios graduales y accesibles
Adoptar la dieta portfolio no implica un cambio radical inmediato. No es necesario volverse completamente vegano para obtener beneficios. Incorporar más alimentos ricos en fibra, esteroles vegetales y grasas saludables a una dieta regular también puede reducir el colesterol y mejorar la salud cardiovascular.
Los expertos sugieren comenzar con pasos pequeños, reemplazando algunas comidas por opciones saludables:
- Desayuno: Avena con nueces o semillas.
- Almuerzo: Tazones de quinoa con garbanzos, tofu y verduras.
- Snacks: Zanahorias con hummus o manzanas con mantequilla de maní.
Para quienes enfrentan barreras económicas o de tiempo, opciones como frutas y verduras congeladas, legumbres secas y preparar comidas por adelantado pueden ser soluciones prácticas y asequibles.