Un día como hoy, en 2003, David Bowie dejó clara su postura frente a las distinciones reales al rechazar la oferta de la reina Isabel II de ser condecorado como Comandante de la Orden del Imperio Británico (CBE).
Según el artista, conocido como el "duque blanco" del rock, estos reconocimientos no se alineaban con sus principios.
"No tengo intención de aceptar una de esas cosas. Seriamente, no sé para qué sirven. Yo no me he pasado la vida trabajando para eso", declaró entonces.
El gesto de Bowie no pasó desapercibido y lo posicionó como uno de los más de 300 famosos que, en las últimas décadas, han declinado honores otorgados por la Corona británica.
Entre estos nombres figuran personalidades como Graham Greene, Francis Bacon y Alfred Hitchcock, quienes también rechazaron condecoraciones por razones personales o ideológicas.
Bowie y Jagger: diferentes perspectivas
La postura de Bowie se hizo pública tras anunciarse que Mick Jagger, líder de los Rolling Stones, había aceptado ser nombrado Caballero del Imperio Británico.
Aunque Bowie mantuvo una actitud respetuosa hacia su colega, dejó en claro que su visión era distinta: "No me corresponde hacer un juicio sobre lo que ha hecho Jagger, es una decisión personal de él. Pero esas cosas no van conmigo".
Mientras Jagger recibió su medalla con orgullo, Bowie reafirmó su postura crítica hacia un sistema que consideraba "retrógrado y clasista".
Este contraste entre las dos leyendas del rock británico generó conversación entre fanáticos y medios, subrayando la independencia de pensamiento de Bowie.
Un lugar en la lista confidencial
La negativa de Bowie figuró en una lista secreta obtenida por The Sunday Times, donde se detallaba a las celebridades que rechazaron honores ofrecidos por diversos gobiernos británicos.
Más de 40 figuras, bajo la administración de Tony Blair, declinaron reconocimientos durante ese período. Destacando un debate sobre el valor y significado de estas distinciones.
La decisión de David Bowie, más allá de la controversia, reflejó su carácter irreverente y su compromiso con su autenticidad. Su música y legado continúan inspirando, recordándonos que sus principios estaban tan presentes en su arte como en su vida personal.