Un nuevo estudio publicado en la revista Chemosphere reveló que productos domésticos comunes fabricados con plástico reciclado negro, como utensilios de cocina y contenedores de alimentos, pueden causar problemas de salud.
Esto debido a que estos productos provienen principalmente de plásticos reciclados utilizados previamente en componentes electrónicos, donde se les aplica retardantes de fuego para mayor seguridad.
Estos químicos son sumamente tóxicos, y pueden producir cáncer, alteración endocrina, neurotoxicidad y toxicidad reproductiva y del desarrollo.
Según la investigación, liderada por Megan Liu, gerente de ciencia y política de Toxic-Free Future, 85% de los artículos analizados contenían retardantes de fuego, y 65% tenía una mezcla de dos clases diferentes de estos químicos. Entre los productos probados, se encontraron concentraciones peligrosamente altas en bandejas de sushi, espátulas de cocina y collares infantiles de disfraces.
Riesgos para la salud
Los retardantes identificados incluyen decabromodifenil éter (decaBDE), un químico prohibido por la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (EPA) desde 2021 debido a su toxicidad persistente y su capacidad para acumularse en el cuerpo.
La exposición continua a estos químicos plantea serias preocupaciones, especialmente en productos usados para almacenar o preparar alimentos y juguetes infantiles. Estudios previos han demostrado que niveles elevados de retardantes como los PBDE están asociados con un aumento del 300% en el riesgo de desarrollar cáncer.
¿Qué hacer?
Expertos sugieren tomar medidas para reducir la exposición a plásticos reciclados contaminados:
- Evitar utensilios de cocina y contenedores de alimentos hechos con plástico negro.
- No recalentar alimentos en recipientes de plástico, especialmente en los de uso para llevar. Optar por alternativas como vidrio o metal.
- Limitar el uso de juguetes de plástico negro en niños.
Aunque la responsabilidad principal recae en los fabricantes y los sistemas de reciclaje, las decisiones individuales también pueden marcar la diferencia. “Analiza cómo usas los plásticos en tu hogar. Pequeños cambios pueden reducir el riesgo de exposición”, enfatizó Liu.