El 22 de noviembre de 1968, The Beatles publicó su noveno álbum de estudio, conocido mundialmente como The White Album.
Este trabajo, lanzado bajo el sello Apple Records, destacó tanto por su minimalista portada blanca, diseñada por el artista pop Richard Hamilton, como por su contenido: una amplia gama de estilos musicales que incluyó folk, blues, rock experimental, ska y proto-metal.
Aunque inicialmente se planeó titularlo A Doll’s House, el nombre cambió para evitar coincidencias con un álbum de la banda Family.
Este disco doble no incluyó sencillos en Reino Unido ni Estados Unidos, pero durante las mismas sesiones surgieron Hey Jude y Revolution, lanzadas como sencillo en agosto de 1968.
The White Album: Tensiones y creatividad en el estudio
Muchas de las canciones que integran The White Album nacieron durante un retiro espiritual en Rishikesh, India, en los primeros meses de 1968. A su regreso, la banda pasó de mayo a octubre grabando en los EMI Studios, en un entorno marcado por conflictos internos.
Las discusiones entre los miembros aumentaron cuando Yoko Ono, pareja de John Lennon, comenzó a asistir a las sesiones de grabación, generando incomodidad entre los demás. "La presencia de Ono marcó un punto de quiebre", señalaron algunos allegados al grupo.
A esto se sumaron la renuncia del ingeniero Geoff Emerick, el inesperado permiso vacacional del productor George Martin y, en agosto, la breve salida de Ringo Starr tras un desacuerdo. Este ambiente tenso persistió durante el siguiente año y culminó en la separación oficial del grupo en 1970.
Recepción y legado de un álbum único
The White Album recibió críticas mixtas en su lanzamiento.
Algunos críticos cuestionaron su contenido satírico y aparentemente desconectado de los acontecimientos sociopolíticos del momento, mientras que otros destacaron las composiciones de Lennon y McCartney.
Sin embargo, el disco alcanzó el número uno en las listas de Reino Unido y Estados Unidos.
El álbum ha sido reevaluado con el tiempo y hoy es considerado una de las obras más influyentes de la música contemporánea.
La revista Rolling Stone lo ubicó en el puesto 10 de su lista de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos en 2003.
En 2018, Giles Martin, hijo del productor George Martin, lideró una remezcla ampliada del álbum, acercando esta obra a nuevas generaciones de oyentes.