Oxxo, controlada por Femsa, decidió desacelerar su crecimiento en Chile, un mercado donde cuenta con cerca de 300 locales distribuidos en cinco regiones.
Aunque la compañía inició operaciones en 2017 con la adquisición de cadenas locales, los últimos años han sido complicados por factores como la delincuencia, la inflación y la lentitud de los procesos burocráticos para nuevas aperturas.
"Estamos reduciendo la velocidad de crecimiento y enfocándonos en mejorar los impulsores de rentabilidad", explicó a Diario Financiero José Antonio Fernández Garza-Lagüera, director general de Femsa División Proximidad y Salud.
Impacto de la economía y la seguridad
La inflación ha elevado los costos operativos y reducido el consumo de los clientes, quienes están optando por alternativas más económicas, como supermercados mayoristas o ferias.
A esto se suma el desafío de la delincuencia, que afecta tanto a la seguridad de las tiendas como a la percepción de los consumidores. En algunas zonas de Santiago, ya se reportan locales cerrados, según recoge Diario Financiero.
El exceso de "permisología", como los retrasos en la obtención de permisos de construcción y patentes, también ha complicado el crecimiento de la empresa.
Según Femsa, la estrategia actual incluye evaluar constantemente la rentabilidad de las ubicaciones y realizar ajustes para optimizar sus operaciones.
Proyecciones y nuevas estrategias de Oxxo
Pese a los desafíos, Oxxo descarta abandonar el país.
La marca continúa trabajando en su plan estratégico, priorizando la personalización de sus productos según las ubicaciones.
Por ejemplo, en zonas residenciales priorizan bienes básicos, mientras que en áreas de oficinas potencian productos de consumo rápido.
A escala global, Femsa ha redirigido su enfoque hacia mercados más prometedores, como Estados Unidos, Europa, Brasil y Colombia, mientras mantiene su liderazgo en México.
En Chile, su apuesta ahora es por un crecimiento gradual y ordenado que permita fortalecer su posición en el competitivo mercado local.