Desde 2018, el Ministerio de Transportes trabaja en la implementación de una licencia de conducir digital, cuyo objetivo es "elevar los estándares de seguridad entre los conductores y reducir los siniestros viales".
Sin embargo, su puesta en marcha ha enfrentado múltiples aplazamientos.
Inicialmente, la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset) proyectó que estaría lista para el primer semestre de 2023, con su habilitación completa en agosto del mismo año, lo que no se concretó.
Posteriormente, el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, anunció que su funcionamiento se trasladaría al segundo semestre de 2023, pero nuevamente fue pospuesto.
La última actualización señala que la licencia de conducir digital estará operativa en el primer trimestre de 2025, entre enero y marzo.
Según Conaset, los últimos días de noviembre y diciembre podrían ser clave para definir las fechas exactas, con la posibilidad de que se inicie antes del cierre de 2024.
¿Dónde y cómo funcionará la licencia de conducir digital?
La implementación comenzará de manera gradual en las regiones de Tarapacá y Aysén, para luego extenderse al resto del país.
En esta etapa piloto, las municipalidades están actualizando sus sistemas mientras emiten las licencias físicas.
Los datos de los conductores se están ingresando en una base destinada al nuevo formato digital.
El documento contará con dos caras. En el anverso, se incluirán la foto, nombre, RUT, dirección, municipalidad emisora y un código QR para verificar la información. Además, habrá un espacio para restricciones u observaciones específicas.
En el reverso, se detallarán las licencias que posee el conductor, con fechas de otorgamiento y controles próximos. Este diseño busca facilitar la fiscalización y reducir errores administrativos.
¿Qué beneficios traerá esta innovación?
La licencia de conducir digital ofrecerá ventajas tanto para los conductores como para los fiscalizadores.
Desde Carabineros y Conaset destacan que el nuevo formato permitirá acceder rápidamente a la información del conductor a través del código QR, mejorando los procedimientos en carretera.
Además, el formato digital simplificará el acceso y resguardo de la información, reduciendo la dependencia de documentos físicos que pueden extraviarse o dañarse.