En nuestro país, cada año existen alrededor de 120 mil niños que son atendidos por el Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, donde casi 5 mil están institucionalizados. Esto quiere decir que forman parte del sistema y viven en instituciones, sin una familia o un hogar estable.
Por eso, existe el rol de las familias de acogida, quienes reciben a estos niños separados de sus padres y los mantienen en sus hogares durante el proceso de resolución de su causa.
La periodista Deborah Bailey es parte de este programa y actualmente está con su segundo niño de acogida. Por eso, visitó a Marco Silva y María Elena Dressel en Nada Es Tan Grave para explicar un poco más de su experiencia y aclarar ciertas dudas.
Familias de acogida
Sobre el tema de los niños institucionalizados, Deborah Bailey explica que "la gente sabe, conoce, escucha, pero hay niños institucionalizados y niños en hospitales que están dados de alta y no tienen donde ir. El retraso que reciben estos niños en sus facultades, el habla y otras cosas, es tan grande que solo con tener un hogar a un niño le cambia la vida".
Además, Bailey detalló que "la idea de las familias de acogida es darles una familia para que no estén institucionalizados mientras pasan por el periodo transitorio donde no se sabe si volverán con su familia de origen, una familia adoptiva, algún familiar cercano, entre otros".
En cuanto a su experiencia como tal, ella contó que "a mí me tocó estar con mi primera guagua dos años y medio en pandemia, las audiencias se programaban para seis meses después y así se alargó el tiempo". Por suerte, Deborah relada que "hasta el día de hoy la veo porque sus padres adoptivos me incorporaron sin yo pedirlo".
En su opinión, lo que falta es "perder un poco el miedo porque todos pueden, si eres un adulto con todas las herramientas para superar un duelo, se puede".