El fútbol chileno enfrenta una crisis que va más allá del rendimiento deportivo. Así lo expresó Harold Mayne-Nicholls, ex presidente de la ANFP, en Nada Es Tan Grave, donde habló sobre las irregularidades en la gestión del deporte más popular del país. Aunque destacó que "buena calidad de jugadores hay y va a haber siempre", advirtió que las estructuras de poder generan conflictos de interés que afectan al fútbol chileno.
El ex dirigente criticó la influencia que ciertos agentes tienen sobre varios clubes, cuando manejan no solo a los jugadores, sino también a los entrenadores, lo que genera suspicacias sobre la transparencia del sistema. "Que haya un grupo económico futbolístico de agentes que maneja cinco clubes... aunque no pase nada, el sistema tiende a creer que puede pasar algo", señaló el ex dirigente.
A este panorama se suma el rol de los prestamistas, que a través del factoring se han convertido en actores clave al controlar financieramente a varios clubes. Esto, de acuerdo con Mayne-Nicholls, perpetúa una estructura de concentración del poder, en la que el fútbol no cuenta con las herramientas para investigar y resolver estas problemáticas. "Es necesario recurrir al Estado y al Congreso para establecer reglas claras. Nadie debería ser dueño de más de un club ni ser agente de jugadores si está vinculado a ellos. Hay que elegir", sentenció.
Aunque el fútbol chileno mueve entre 100 y 120 millones de dólares al año, Harold Mayne-Nicholls destacó que su verdadero valor radica en la pasión que despierta entre los chilenos. "Es el activo social más importante de este país, pero cuando se transgreden los principios básicos de transparencia, la juventud busca alternativas donde no vea estos aspectos negativos", afirmó.
A 35 años del fatídico Caso Rojas
Harold Mayne-Nicholls y el periodista Marco Antonio Cumsille lanzaron la reedición del libro «El caso Rojas: Un engaño mundial», que revisita una exhaustiva investigación del incidente protagonizado por el arquero Roberto "Condor" Rojas en el partido entre Brasil y Chile el 3 de septiembre de 1989. En el suceso del Estadio Maracaná, donde cayó una bengala, nuestro país fue suspendido de los mundiales de Italia 1990 y Estados Unidos 1994. Un hecho que significó un castigo para Rojas, quien no volvió al fútbol profesional.
A 35 años desde su publicación, el ex dirigente del fútbol chileno indicó que “lo que buscamos con el libro es que no se repitan actos como este” (...) “Cuando Roberto confiesa, yo diría que fue uno de los grandes dolores del país en el término de la dictadura”. Y añadió: “Echó a perder su carrera, perjudicó a otros pero yo creo que lo que más le dolió a Roberto, es que perdió muchos amigos por este timo."