El aclamado dúo francés Air, compuesto por Nicolas Godin y Jean-Benoît Dunckel, es uno de los grandes atractivos de Fauna Primavera 2024.
Con más de 25 años de trayectoria y un sonido inconfundible que mezcla el chill-out, pop espacial y electrónica downtempo, Air ha marcado generaciones con su innovador enfoque musical.
Su llegada a Chile promete una experiencia única para quienes asistan al Parque Ciudad Empresarial en noviembre, en lo que será un recorrido por sus mayores éxitos y su influencia en la música electrónica.
¿Quién es Air?
Air irrumpió en la escena global con el lanzamiento de su sencillo Sexy Boy en 1998, seguido de su álbum debut, Moon Safari. Este disco no solo consolidó al dúo como una de las propuestas más frescas del momento, sino que también sentó las bases del boom de la música downtempo en la época.
Desde entonces, Godin y Dunckel han lanzado seis álbumes adicionales, como 10.000 Hz Legend, Talkie Walkie y Le voyage dans la lune, explorando siempre nuevos sonidos y manteniéndose fieles a su estilo melódico y atmosférico.
Uno de los aspectos más fascinantes de Air es su amplio rango de influencias. Dunckel creció escuchando música clásica y electrónica, con especial admiración por Kraftwerk y el icónico Serge Gainsbourg. También se sintió inspirado por bandas de rock oscuro como Siouxsie and the Banshees y Joy Division, así como por figuras como David Bowie y Brian Eno.
Godin, por su parte, menciona a The Beatles, la música soul y las bandas sonoras cinematográficas, especialmente el trabajo de Ennio Morricone en The Good, the Bad and the Ugly. Juntos, ambos músicos encontraron en Pink Floyd y el rock progresivo un punto de conexión, que se refleja en su característico sonido.
Además de su trabajo discográfico, Air ha dejado huella en el cine. Después del éxito de Moon Safari, la directora Sofia Coppola los invitó a componer la banda sonora de The Virgin Suicides, que incluye la memorable canción Playground Love.
Esta colaboración se extendió al clásico Lost in Translation, donde el dúo contribuyó con el tema Alone in Kyoto, que captura la esencia de su estilo etéreo.