David Gilmour, uno de los miembros más icónicos de Pink Floyd, dejó claro en una entrevista reciente que no habrá una reunión con su excompañero de banda Roger Waters.
En declaraciones a The Guardian, el guitarrista fue contundente: "Absolutamente no. Tiendo a mantenerme alejado de personas que apoyan activamente a dictadores genocidas y autocráticos como Putin y Maduro [presidente de Venezuela]", dijo Gilmour.
El conflicto entre Gilmour y Waters no es nuevo. La relación entre ambos músicos ha sido tensa durante décadas, marcada por desacuerdos personales y diferencias políticas.
En la entrevista, Gilmour agregó: "Nada me haría compartir un escenario con alguien que cree que ese tipo de trato hacia las mujeres y la comunidad LGBT es aceptable".
Sin embargo, expresó su deseo de tocar nuevamente con el fallecido tecladista Rick Wright. Lo describió como "una de las personas más gentiles y musicalmente talentosas" que conoció.
Acusaciones de antisemitismo y tensiones políticas
El distanciamiento entre Gilmour y Waters se intensificó a principios de este año cuando Gilmour acusó a Waters de antisemitismo.
Su esposa, Polly Samson, publicó un tuit en el que llamó a Waters "antisemita hasta la médula" y lo acusó de ser un "hipócrita, megalómano y misógino". Gilmour respaldó las palabras de su esposa, afirmando que "cada palabra es demostrablemente cierta".
Estas declaraciones vinieron después de que Waters participara en una entrevista con el periódico alemán Berliner Zeitung, donde comparó a Israel con la Alemania nazi y criticó el manejo de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Waters respondió a las acusaciones calificando los comentarios de Samson como "incendiarios e inexactos", negando todas las afirmaciones.
La venta del catálogo de Pink Floyd
A pesar de la controversia, Pink Floyd sigue siendo una banda de enorme relevancia en la industria musical.
Recientemente, la banda vendió su catálogo de grabaciones, derechos de imagen y derechos conexos a Sony por una suma estimada en 400 millones de dólares. Sin embargo, los derechos editoriales no fueron parte del acuerdo.
David Gilmour, en una entrevista con Rolling Stone, afirmó que la venta del catálogo no estaba motivada por el aspecto financiero. Sino por la posibilidad de liberarse de las discusiones que conlleva mantenerlo activo. "Estoy interesado en salir del baño de lodo que ha sido durante bastante tiempo", comentó.
Nuevo álbum y el futuro de Pink Floyd
Además de la venta del catálogo, Gilmour ha estado en los titulares por el lanzamiento de su nuevo álbum Luck and Strange, publicado el 6 de septiembre.
El músico ofreció su primer concierto en cuatro años en una noche de micrófono abierto en un pub, lo que generó entusiasmo entre sus seguidores.
A pesar de su actividad musical, Gilmour ha sido claro en que una reunión de Pink Floyd es improbable.
En una entrevista con ITV News, afirmó: "Sueñen, no va a suceder. Solo quedamos tres personas y no estamos hablando, así que no va a pasar".