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Picasso y Matisse: la extravagante colección de arte que David Bowie llevaba en su auto

El bajista de Blondie y exmiembro de Sex Pistols, Glen Matlock, compartió una curiosa anécdota sobre David Bowie.

David Bowie
Getty Images

Glen Matlock, bajista de Blondie y exintegrante de los Sex Pistols, compartió una fascinante anécdota sobre David Bowie, quien aparentemente solía guardar obras de arte originales de Picasso y Matisse en su coche. Matlock relató esta historia durante un episodio de Never Mind The Buzzcocks, que se emitirá el 16 de octubre.

Durante la emisión, Matlock, acompañado por figuras como Courtney Love y los comediantes Joel Dommett y Noel Fielding, recordó un particular encuentro que tuvo lugar tras un concierto en Nueva York.

"Con Iggy Pop dimos un concierto extra en un club, y David Bowie vino a vernos", comenzó a contar. Matlock detalló cómo, después del show, se encontraron en el auto de Bowie. "Tiene el mismo auto que en [la película de 1976] El hombre que cayó a la Tierra, cierto. Íbamos todos en él, bajando por Madison Avenue, y yo sentado en las rodillas de David Bowie porque no había donde sentarse".

Según Matlock, el auto de Bowie carecía de espejos de tocador en las viseras. En su lugar, el músico tenía pequeñas obras de arte de renombrados pintores. "Se supone que hay dos espejos de visera, y él no tiene espejo de visera, tiene un pequeño cuadro. Así que le dije: 'Espera un segundo, es un Picasso, ¿no? Y él respondió: 'Sí, lo es'.

Pero la sorpresa no terminó allí. Matlock observó la otra visera y se encontró con un Matisse.

Ante la peculiaridad de la situación, Matlock bromeó diciendo: "Bueno, tú eres un ****** ostentoso". Bowie, con su característico desenfado, le respondió: “Sí, supongo que sí”. La anécdota generó risas entre los presentes y reflejó una vez más el estilo extravagante y único del legendario músico. Bowie, conocido por su amor por el arte y su actitud vanguardista, no solo coleccionaba arte, sino que lo llevaba consigo en el coche, en un despliegue de lujo que pocos podrían imaginar.

Matlock no pudo evitar recordar este momento con humor, y la historia se suma a la larga lista de relatos que capturan la esencia excéntrica y fascinante de David Bowie.

 

 


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