El 31 de octubre de 1975, Queen lanzó Bohemian Rhapsody, una canción revolucionaria sin precedentes en la música popular.
Con su estructura inusual y complejidad musical, este tema, escrito por Freddie Mercury, desafió los moldes y capturó la atención de millones, convirtiéndose en un éxito global.
Una rapsodia única en la historia de la música
Freddie Mercury creó Bohemian Rhapsody para el álbum A Night at the Opera, y desde el comienzo, la canción rompió esquemas.
A diferencia de los éxitos convencionales, este tema no tiene un estribillo y se compone de seis secciones: una introducción a capela, una balada, un solo de guitarra, una parte operística, una sección de rock y una coda que retoma el tempo y la tonalidad de la balada.
La compleja estructura de la canción es más propia de una rapsodia clásica que de un sencillo de rock, algo completamente inusual en la época.
El solo de guitarra de Brian May fue rápidamente reconocido y ocupa el puesto veinte entre los mejores solos de guitarra en el Reino Unido, marcando un momento inolvidable en la pieza.
Éxito en las listas y un fenómeno cultural
Al momento de su lanzamiento, Bohemian Rhapsody se convirtió en un fenómeno en las listas británicas, donde se mantuvo en el número uno durante nueve semanas.
En 1991, tras la muerte de Mercury, la canción volvió a las listas, alcanzando de nuevo el primer lugar y superando los 2.176.000 en ventas, consolidándose como el tercer sencillo más vendido en la historia del Reino Unido.
La influencia de Bohemian Rhapsody fue tal que en 1992, la película Wayne’s World incluyó la canción en una icónica escena en la que los protagonistas la interpretan dentro de un auto.
Aunque la directora Penelope Spheeris dudaba de su inclusión, el actor Mike Myers insistió en que era perfecta para el momento. La escena se volvió un referente en la cultura pop, renovando el interés en la canción para una nueva generación de oyentes.
Una nueva vida en el cine con la película biográfica de Freddie Mercury
En 2018, Bohemian Rhapsody volvió a brillar, esta vez como título de la película biográfica de Freddie Mercury, protagonizada por Rami Malek.
La película fue un éxito de taquilla y trajo la historia de Mercury y Queen a una audiencia contemporánea, obteniendo varios premios, entre ellos el Oscar a Mejor Actor para Malek por su interpretación del icónico cantante.