Ya se acercan las Fiestas Patrias, una época en la que los asados, empanadas y exquisitas comidas son protagonistas en las mesas de todo el país. Y como bien saben los dueños de mascotas, los amigos peludos siempre están al acecho por “si cae algo”.
Lamentablemente, con la abundancia de asados en septiembre, “durante y después de las Fiestas Patrias se observa un incremento en los casos de intoxicación en mascotas, debido, principalmente, al consumo accidental o en exceso de alimentos tóxicos o peligrosos para ellas”, explicó la veterinaria Constanza Quinteros a El Mostrador.
Varios de los alimentos que son sinónimo con el 18 pueden ser perjudiciales para nuestras mascotas, por lo que aquí te dejamos las comidas que no debes compartir con ellos.
1. Ají, ajo y cebolla
Estos ingredientes son altamente tóxicos tanto para los perros como los gatos, puesto que sus sistemas digestivos son similares. Los tres contienen tiosulfato, un compuesto que daña los glóbulos rojos, y que en grandes cantidades puede causar anemia hemolítica.
2. Embutidos
Las longanizas, chorizos y otros embutidos contienen altos niveles de grasa y sal que son nocivos para las mascotas. En grandes cantidades, pueden provocar pancreatitis y problemas renales, además de irritar el tracto gastrointestinal.
3. Huesos cocidos
A los perros se les suelen dar los huesos que sobran del asado, pero estos deben estar frescos. Los huesos cocidos tienen más posibilidades de astillarse, y generar perforaciones u obstrucciones a nivel de tracto digestivo.
¿Qué se le puede dar a las mascotas?
Si deseamos darle un hueso a nuestra mascota, lo mejor es que sea crudo y grande, idealmente de cerdo o vacuno. Los gatos no deben comer huesos, ya que pueden poner en riesgo su salud de forma significativa y sufrir desde fracturas dentales hasta obstrucciones intestinales.
Tanto los perros como los gatos pueden comer pedazos de carne magra cocida pero sin condimentos. De todas formas, para asegurar que no se van a robar algo de la parrilla, es recomendable sacarlos a pasear y alimentarlos bien antes de cualquier asado para que estén cansados y bien satisfechos.