Noticias

La emotiva confesión de Leonor Varela sobre el duelo de su hijo Matteo

La reconocida actriz, Leonor Varela, confesó importante proceso durante el duelo de su pequeño hijo Matteo.

Leonor Varela Duelo
Agencia Uno

La reconocida actriz chilena, Leonor Varela, sufrió el fallecimiento de su pequeño hijo Matteo en 2018. El menor de seis años sufría de Leucofistrofia, un desorden genético hereditario.

Tras años de duelo, la actriz contó en el programa de Canal 13, 'De tú a tú', cómo vive su vida tras este triste acontecimiento. Además, abordó cómo fue su vida junto a su pequeño y su actual carrera profesional y vida personal.

Leonor Varela y el duelo de su hijo Matteo

La también presentadora de televisión, contó en el programa de Martín Cárcamo, que el enterarse de que estaba embarazada, fue una gran noticia. Esto, ya que "fue al primer intento, yo lo deseaba mucho. Antes incluso pensé en tener un hijo sola. Fue un embarazo de unicornio, feliz, sano, fácil, seguí trabajando feliz, creyéndome en la cima de mi carrera, de mi amor, en las nubes". 

Sin embargo, en la última etapa de gestación, se dio cuenta de que habían algunos problemas. "El parto no fue como esperaba, porque quería que fuera en casa pero no hubo caso y tuvo que ser cesárea", confesó sobre ese difícil momento. Además, las primeras semanas de vida de Matteo también fueron muy complejas. Según relata la intérprete, "costaba que durmiera, vomitaba, no subía de peso. Yo sentía que algo no iba bien". 

Posteriormente, los médicos le confesaron que "probablemente iba a vivir un año de vida". Esto, "fue un golpe como un puñetazo y literalmente me caí para atrás. Vi a mi marido derrumbarse", explicó.

A pesar de esto, junto a su marido de ese entonces, Lucas Akoskin, supieron reponerse y afrontar fuerte los siguientes años junto a su hijo. Es así como una mañana, según cuenta Varela, "desperté a las 5 de la mañana y me dijo ‘Estoy cansado, mi cuerpo necesita descansar’. Y me dejó tres meses para preparar y aceptar su partida".

De esta forma, ella asegura que "yo estaba muy preparada y muy entera, sosteniéndolo hasta el final y prometiéndole que yo iba a estar bien, que no tenía que quedarse aquí por mí. Lo sentía tan presente que no sentía pena. Ahora todos los días me levanto y le digo ‘buenos días’. Es parte viva de mi vida". 


Contenido patrocinado

Compartir