Incluso íconos mundiales como Andrea Bocelli se ponen un poco nerviosos en el escenario.
En Andrea Bocelli: Because I Believe, el documental que se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) el sábado 7 de septiembre, el tenor italiano habla de su experiencia con el miedo escénico.
"Sufrí pánico escénico durante muchos años. Un tipo de miedo que no se puede expresar con palabras", dice Bocelli, de 65 años, en el documental.
"Una ansiedad inmanejable. Palpitaciones viciosas no me dejaban en paz. Incluso en el escenario. Me duraba todo el concierto, hasta el último obstáculo", continúa. "Esto ocurría porque mi técnica no era perfecta".
El punto de inflexión para Bocelli fue conocer al Maestro Pavarotti -cuyo verdadero nombre es Luciano Pavarotti- y observar su ética de trabajo. "Cuando ensayé por primera vez con este gran artista, me di cuenta de que no se esforzaba en absoluto", dice del difunto tenor de ópera.
"Mientras que yo me esforzaba mucho. Entonces me di cuenta de que tenía una técnica perfecta. Yo no", prosigue. "Hoy, gracias a la conciencia técnica que he alcanzado con mucho esfuerzo, lo subrayo con mucho esfuerzo, ya no tengo ese tipo de ansiedad".
Andrea Bocelli: Because I Believe
El documental, dirigido por Cosima Spender, "recorre la trayectoria de Bocelli hacia el éxito y su dedicación constante a su oficio a través de entrevistas e imágenes de archivo de actuaciones, así como de encuentros informales, como una divertida fiesta en la que los amigos y la familia de Bocelli recuerdan sus vivencias en torno a la comida y el vino", según la descripción de la película. "Cuando Bocelli canta, es como si el cielo abriera sus puertas, pero ver Because I Believe nos recuerda que este extraordinario artista está muy arraigado en la tierra", añade.
En otra parte del documental, Bocelli habla del accidente futbolístico que sufrió en el internado y que le dejó ciego de joven.
"Un día, jugando al fútbol, yo era el arquero. Ni idea de por qué, porque nunca había sido arquero", recuerda. "Y nunca volvería a ser arquero. Un balón me dio justo en la cara. De ese golpe, una hemorragia... y el resto es historia".