La reciente final del tiro skeet en los Juegos Olímpicos de París 2024 ha desatado una gran polémica. Amber Jo Rutter, la competidora británica, se encontró en el centro de la controversia después de un reñido desempate contra la chilena Francisca Crovetto. La disputa comenzó cuando Rutter, quien quedó en segunda posición, reclamó con vehemencia que su último disparo había acertado en el blanco. Sin embargo, la falta de tecnología para revisar los disparos en los Juegos Olímpicos impidió verificar su alegación.
En eventos de tiro skeet, como los Juegos Olímpicos, no se permite el uso de repeticiones digitales, lo que significa que las decisiones de los jueces son definitivas. Esta falta de tecnología también afectó a Francisca Crovetto en una ronda anterior. Crovetto había solicitado una revisión que, de haber sido aceptada, le habría permitido obtener el oro dos lanzamientos antes. La ausencia de revisiones digitales dejó a ambas competidoras sin la posibilidad de comprobar sus reclamos.
La prensa británica y los cuestionamientos al oro de Crovetto
La situación generó una oleada de reacciones en Gran Bretaña. El periódico sensacionalista The Sun publicó un titular fuerte, jueces de "robar" el oro a Rutter. Por otro lado, The Independent describió el incidente como un "polémico desempate a muerte súbita". The Telegraph optó por un enfoque más neutral, señalando simplemente que las repeticiones de video no están permitidas en los Juegos Olímpicos, sin mencionar el reclamo de Crovetto.
Rutter no dejó que la controversia pasara desapercibida. Aunque mostró su desilusión por no haber ganado el oro, expresó orgullo por su medalla de plata. Hizo un llamado a los organizadores para que incorporen tecnología de revisión en el futuro, argumentando que es una herramienta accesible y necesaria. "Es muy importante que el deporte cuente con esta tecnología porque es accesible. Deberíamos usarla", comentó Rutter.
Su entrenador, Richard Brickell, también se unió a la protesta. Afirmó que el disparo de Rutter había sido claramente válido, y que todos, excepto los jueces, lo sabían. "Está claro que fue un golpe. Todos los entrenadores sabían que fue un golpe, todos en el estadio sabían que fue un golpe, y todos en casa sabían que fue un golpe. Desafortunadamente, los únicos que no lo sabían eran los jueces", aseguró Brickell, según consigna La Tercera.
Este episodio ha puesto de relieve la necesidad urgente de actualizar las normas olímpicas para incluir tecnología que permita decisiones más justas y precisas en deportes tan competitivos como el tiro skeet. La controversia continúa siendo un tema candente, y muchos esperan que se tomen medidas para evitar situaciones similares en el futuro.