El legendario actor francés Alain Delon, conocido por su inigualable presencia en la pantalla grande, falleció este domingo a los 88 años en su residencia en Douchy, Francia.
La noticia fue confirmada por sus tres hijos, Alain Fabien, Anouchka y Anthony Delon, quienes expresaron su profundo pesar en un comunicado oficial.
"Ha fallecido en paz en su casa de Douchy, rodeado de sus tres hijos y su familia", mencionaron, pidiendo respeto por su privacidad en este momento de duelo, según recoge El País.
Una carrera inolvidable
Alain Delon hizo historia en el cine con papeles icónicos en películas como A pleno sol y El silencio de un hombre.
Con 122 películas a lo largo de su carrera, de las cuales 88 fueron como actor, Delon trabajó con algunos de los directores más influyentes, incluyendo a Jean-Pierre Melville, Luchino Visconti y René Clément.
Su interpretación de personajes complejos y vulnerables lo consolidó como una de las figuras más importantes del cine europeo.
En mayo de 2019, Delon hizo una emotiva aparición en el Festival de Cannes, donde recibió una Palma de Oro honorífica.
Con lágrimas en los ojos, se despidió del público, describiendo el reconocimiento como "un poco un homenaje póstumo, pero en vida".
Este momento destacó la importancia y la influencia que tuvo en la industria cinematográfica durante más de cinco décadas.
Conflictos y legado
A pesar de su impresionante carrera, los últimos años de la vida de Delon estuvieron marcados por conflictos familiares y problemas de salud.
En 2023, sus hijos presentaron una denuncia contra Hiromi Rollin, acusándola de aprovecharse de la vulnerabilidad del actor, a quien se le diagnosticó con un linfoma de células B y había sufrido un ictus en 2019.
Este conflicto se desarrolló públicamente, pero no logró empañar el legado de Delon en el cine.
Además de su carrera, a Delon también se le reconoció por su vida personal tumultuosa, incluyendo romances con figuras como Romy Schneider y Nathalie Delon.
Su carácter apasionado y su carisma en pantalla lo convirtieron en un símbolo de deseo, como lo describió el actor Vincent Lindon en un documental de 2012: "Alain Delon no es un actor normal. Es un objeto de deseo".