Durante los últimos meses la electricidad en nuestro país ha sufrido varias alzas. Esta subida se debe principalmente al descongelación de la deuda que venía desde el último gobierno de Sebastián Piñera.
Con un aumento que puede llegar a ser de hasta el 60% según expertos, parece necesario tomar medidas para bajar el consumo y gasto en luz.
Aunque generalmente el esfuerzo de las personas por ahorrar se basa en utilizar menos los electrodomésticos, existe algo llamado el consumo en espera o "consumo vampírico". Este tipo de consumo hace referencia a los aparatos que aunque no se utilicen, si están conectados utilizan energía de igual manera.
Evidentemente algunos electrodomésticos usan más luz que otros, por ende aumentan el costo de la boleta de manera diferente.
Los televisores, especialmente los nuevos modelos inteligentes conocidos como Smart TV, son uno los electrodomésticos más comunes en los hogares, y también uno de los de mayor "consumo vampírico".
¿Cuánto gastan los televisores?
Los televisores modernos están diseñados para estar "siempre listos". Esto se traduce en que, aunque estén apagados, mantienen ciertas funciones activas que requieren electricidad y que tienen un alto costo energético.
Mientras están apagados, los Smart TV se mantienen en un estado de consumo energético menor a cuando están encendidos. Según Infobae, apagados los televisores modernos utilizan entre 0,5 y 3 vatios. Aunque parece un número menor, si lo multiplicamos por la cantidad de horas que el aparato está apagado, en realidad es un número muy alto.
Según un estudio hecho por Media Nations 2022 de Ofcom, en el Reino Unido, los residentes veían televisión durante un promedio de cinco horas y dieciséis minutos. Esto quiere decir que por cerca de 19 horas el televisor tiene un "consumo vampiro".
De esa manera, la principal recomendación de los expertos es desconectar el televisor y otros dispositivos electrónicos de la corriente eléctrica cuando no están en uso. Esta medida corta de raíz el consumo en espera que puede aumentar el consumo drásticamente.