Richard Gere es un nombre reconocido en Hollywood. Películas como Chicago, Lancelot, Días del cielo y, por supuesto, Pretty Woman, lo han posicionado como un actor de renombre.
A lo largo de su carrera, Gere ha interpretado a personajes encantadores y caballerosos, como el recordado Zack Mayo en Reto al destino.
Sin embargo, la controversia no le es ajena. En una entrevista, Gere admitió haber tenido enfrentamientos con sus compañeros de reparto en Reto al destino, Debra Winger y Louis Gossett Jr. Incluso, confesó haberle dado un golpe a Gossett Jr. durante el rodaje por desacuerdos en las escenas de karate.
En el año 2007, otro episodio lo puso en el ojo del huracán.
Durante un evento de concientización sobre el VIH en India, Richard Gere besó a la actriz Shilpa Shetty en el escenario.
Este gesto, considerado extraño por el público, fue calificado por el gobierno indio como una violación a la ley de "obscenidad pública".
A pesar de que los cargos contra Gere se desecharon, Shetty enfrentó un largo proceso judicial que duró 15 años.
El discurso improvisado que le costó una década de ausencia
Pero la controversia más grande de Richard Gere en los Óscar llegó en 1993.
Invitado como presentador, Gere aprovechó el momento para denunciar la situación de los derechos humanos en el Tíbet por parte del gobierno chino.
Se suponía que debía anunciar a los nominados a Mejor Dirección de Arte, pero su discurso tomó un giro inesperado.
En lugar de leer el texto preparado (que incluía referencias a grandes artistas como Rubens y Rembrandt), Gere expresó: "...si algo milagroso, algo realmente cinematográfico pudiera suceder aquí, donde todos pudiéramos enviar amor y verdad a Deng Xiaoping en este momento en Beijing, para que retire sus tropas y permita que el pueblo tibetano viva como gente libre e independiente nuevamente...".
¿Un veto por parte de la Academia?
Según recuerda Collider, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas nunca reconoció públicamente haber vetado a Gere.
Sin embargo, el actor asegura que no volvió a ser invitado a la ceremonia durante una década.
A esto se suma el hecho de que, a pesar de sus aclamadas actuaciones, Gere nunca ha recibido una nominación al Óscar.
Las consecuencias del discurso de Richard Gere
Según algunos medios, tras el incidente, Gere fue marginado por las grandes productoras de Hollywood.
Sin embargo, el actor lo ve como una oportunidad para explorar el cine independiente. "No estoy interesado en interpretar al Jedi marchito de tu gran éxito. Tuve suficiente éxito en las últimas tres décadas como para poder hacer estas [películas más pequeñas] ahora", declaró Gere.
Un regreso y un legado
En 2003, con el éxito de Chicago, Gere volvió a los Óscar, aunque no como nominado.
"Aparentemente, me han rehabilitado. Parece que si te quedas el tiempo suficiente, se olvidan de que te han vetado", bromeó el actor.