El 28 de julio de 1995, La Ley lanzó su cuarto álbum de estudio, Invisible, considerado por muchos fans y críticos como la obra maestra de la banda.
Este disco marcó un hito en la carrera del grupo chileno, no solo por su contenido musical, sino también por los eventos que lo rodearon, incluyendo la partida del miembro fundador Andrés Bobe y la incorporación de Pedro Frugone como guitarrista.
El significado detrás de Invisible
El título del álbum, Invisible, proviene de un sueño que tuvo Beto Cuevas, vocalista de la banda, en el que Andrés Bobe, fallecido en 1994, le decía que "seguía con ellos, que eran los únicos que lo podían ver, y para el resto de la gente seguiría siendo invisible".
Este mensaje encapsuló el sentimiento de la banda tras la pérdida de Bobe, reflejando su presencia constante en su música y espíritu.
Cambios y nuevos horizontes para La Ley
La grabación de Invisible también significó la entrada de Pedro Frugone a la banda, aunque su incorporación oficial se retrasó debido a problemas contractuales con su anterior grupo, Anachena.
Estas dificultades, junto con las tensiones en la grabación, llevaron a que algunas canciones del álbum no las grabara Frugone.
El álbum incluye temas que ya eran parte del repertorio de la banda, como El Duelo, R&R, y Animal, así como nuevas composiciones como The Corridor y 1-800 Dual.
La presencia de Rodrigo Aboitiz en los teclados añadió un toque distintivo al sonido de La Ley, con influencias de Dark Wave y sonidos que recordaban a The Cure.
Recepción y legado
Invisible fue presentado en el Festival de Viña del Mar en 1995, donde el público recibió con entusiasmo la nueva dirección estética y musical del grupo.
El primer sencillo, El Duelo, se lanzó el 21 de junio de 1995 y marcó un nuevo éxito para la banda, seguido por otros sencillos como Día Cero, Hombre, Cielo Market y 1-800 Dual.
La gira Invisible se extendió por casi dos años, consolidando a La Ley como una de las bandas más importantes del rock latinoamericano.
Sin embargo, la relación con la prensa chilena fue tensa, en parte debido al breve luto tras la muerte de Bobe y la decisión de la banda de mudarse a México para internacionalizar su carrera.
El álbum también llevó a La Ley a participar en el compilado Silencio = Muerte: Red Hot + Latin, contribuyendo con la canción You Come And Go, en apoyo a la lucha contra el sida.
En 2008, la revista Rolling Stone Chile lo incluyó en su lista de los mejores álbumes chilenos de todos los tiempos, destacando su relevancia y legado.