Prince, una de las figuras más enigmáticas e influyentes de la música pop, habría cumplido 66 años este viernes.
Nacido el 7 de junio de 1958 en Minneapolis, Prince desarrolló una carrera brillante y continua desde finales de los años setenta hasta su inesperada muerte el 21 de abril de 2016.
Su legado sigue vivo, con numerosos álbumes y antologías publicadas póstumamente, incluyendo Welcome 2 America, lanzado en julio de 2021, que se grabó en 2010.
La trayectoria de un genio musical
Hijo de un pianista y una trabajadora social, Prince permaneció fiel a sus raíces en Minneapolis, rechazando mudarse a Hollywood. Su talento multifacético como cantante, compositor, guitarrista y arreglista se reflejó en más de 30 álbumes que grabó a lo largo de su carrera.
Entre sus éxitos más memorables se encuentran Let's Go Crazy, When Doves Cry, Purple Rain, Little Red Corvette, 1999, Raspberry Beret, Kiss, Batdance y Controversy.
Además de su trabajo en solitario, Prince también escribió canciones para otros artistas, como Nothing Compares 2 U, popularizada por Sinead O’Connor, y Manic Monday, interpretada por The Bangles.
Su capacidad para crear música que trascendía géneros y generaciones le ganó el reconocimiento de la crítica y el público, incluyendo un Oscar a la mejor banda sonora por la película Purple Rain, que también protagonizó.
Prince: Controversias y un estilo audaz
Prince no solo fue conocido por su música, sino también por su estilo audaz y sus controversias.
Su apariencia original y sus letras provocativas rompieron moldes en los años 80, pero sus conflictos con las discográficas fueron igualmente notorios.
En 1993, tras un desacuerdo con su antigua compañía, le prohibieron usar su nombre, lo que le llevó a adoptar el título de "El artista antes conocido como Prince" y, más tarde, un símbolo impronunciable que combinaba los signos masculino y femenino.
"Soy blanco o negro? ¿Soy heterosexual o gay?" fue una de las frases con las que desafió a quienes intentaron encasillarlo.
Prince también se opuso vehementemente a lo que consideraba la "esclavitud" de los contratos discográficos, luchando por la independencia de su música. Su batalla contra su antiguo sello duró dos décadas, hasta que finalmente recuperó su catálogo.