El concierto sinfónico de Miguel Mateos en Teatro Caupolicán planteaba alejarse del estilo alocado rockero que lo caracterizó en los ochenta. En cambio nos presentó una cancha repleta de asientos para presenciar un show de la más alta calidad. Sin embargo, el sonido y la energía de la gente fue la de un verdadero concierto de rock argentino.
Aunque para mucho quizás Caupolicán no es el lugar idóneo para un show con orquesta, el teatro sonó impecable y Miguel Mateos deleitó con todos sus hits de la mano de la Orquesta Filarmónica de Santiago.
Miguel Mateos en Teatro Caupolicán
Apenas partió el espectáculo, el público se olvidó de las sillas y se pararon para bailar junto a su ídolo y los himnos que marcaron su vida. El argentino comenzó con 'Mi sombra en la pared', lo que fue suficiente para animar a los asistentes.
La voz de Mateos sonaba impecable y como si el tiempo no hubiera pasado por él. El primer hit llegó en la tercera canción con el clásico de los 80 'Perdiendo el control', que el público coreó al ritmo de la orquesta de más de 30 músicos.
Además de la filarmónica, Mateos estaba acompañado por sus músicos; una batería, un bajo, dos guitarras (además de la de él a ratos) y tecladista. Uno de sus hijos era el guitarrista y Alejandro Mateos, conocido como el Charlie Watts latino según el cantante argentino, acompañó a su hermano en la dirección musical y batería.
"Estreno mundial de esta balada rock", así definió la versión sinfónica de 'Hagamos el amor' en Teatro Caupolicán, la cual no está disponible en plataformas y solamente la tocó para sus fanáticos chilenos.
El show duró cerca de una hora y media y repasó clásicos como 'Atado a un sentimiento', 'Obsesión' y tantos otros. La iluminación y la pantalla de fondo fueron excelentes complementos y elevaron la experiencia de este concierto sinfónico.
"Este fue el primer país que visité aparte de Argentina (...) así empezó toda esta historia así que muchas gracias", dijo Miguel Mateos hacia el final del show antes de pedir un fuerte aplauso para la Orquesta de Santiago.
Antes de cerrar con 'Cuando seas grande' Mateos aseguró que "su corazón se queda en Santiago" y dio una magistral interpretación de su hit de 1986.