Desde hace algún tiempo, ha generado gran impacto la situación que viven los residentes de ciertos edificios en Viña del Mar.
La locación de estas edificaciones, ubicada sobre dunas con el fin de tener una vista privilegiada al mar, hace que con intensas lluvias, se provoquen peligrosos socavones que amenazan al edificio completo.
Así se vivió en 2023, durante agosto y septiembre con los edificios Kandinsky y Miramar. Mismo caso ocurrió hace algunos días con los edificios Euromarina II y Eurovista de Reñaca. En dichos lugares, se decretó un perímetro de seguridad ante la presencia de un nuevo socavón. De esta forma, alrededor de 70 residentes se vieron afectados y tuvieron que ser evacuados hasta que se levante el perímetro.
Para conversar de esto y las medidas que debería tomar las autoridades al respecto, la geógrafa y directora del Observatorio de la Costa y académica de la Universidad Católica, Carolina Martinez, tomó contacto con Nada Es Tan Grave junto a Marco Silva y María Elena Dressel.
Socavones en Viña del Mar
Según Carolina Martinez, en primer lugar nunca fue seguro construir sobre dunas. "Desde hace mucho tiempo hay evidencia científica sobre la fragilidad que tienen los campos dunares a estos tipos de construcciones", comenzó explicando.
Además, asegura que "hay un mea culpa que hay que hacer. La consecuencia se les están pasando a las personas que han invertido para tener una mejor calidad de vida".
Aunque afirma que desde los años 80 "se intentó hacer una protección completa de los campos dunares". Sin embargo, "los intereses inmobiliarios y las faltas de normativas robustas hicieron que los campos dunares e inclusos en campos dunares activos se estén construyendo grandes edificios y/o resorts". Ejemplo de esto es Punta Piqueros o Santa María del Mar, lugares en donde se construye porque "se deja hacer y por no tener un ordenamiento territorial".
Por esto, Martinez culpa principalmente a tener una "normativa muy desarticulada y muy incoherente con la institucionalidad".