Recientemente Kate Winslet recordó cómo algunos de sus comentarios fueron malinterpretados como signos de una disputa entre ella y James Cameron tras filmar Titanic.
“Hay una parte de mí que se siente casi triste porque cosas estúpidas y especulativas sobre Titanic en ese momento eclipsaron la relación real que tengo con él”, dijo Winslet sobre el director ganador del Oscar.
Ambos se reunieron varios años después en 2022 para Avatar: The Way of Water. “Él sabe que estaré dispuesta a cualquier cosa. ¿Algún desafío, alguna dirección que me des? Lo intentaré", aseguró la actriz a Variety.
Cameron, por su parte, añadió: “Nunca hubo una ruptura entre nosotros. Tuvo una pequeña depresión posparto cuando dejó ir a Rose. Ella y yo hemos hablado sobre el hecho de que ella es muy, muy profunda y que sus personajes dejan una impresión duradera, a veces dramática, en ella”.
Pese a que nunca hubo un verdadero conflicto entre ellos, la británica si reconoció otro problema. La fama que le trajo Titanic no fue algo agradable para ella.
Kate Winslet no era la primera opción para el papel
Aunque el cineasta desestimó los rumores de una ruptura entre él y Winslet, sí admitió que la actriz no era su primera opción para el papel de Rose.
El director ganador del Oscar a la Mejor Película en 1997 dijo que la reputación de Winslet como "Corset Kate" (refiriéndose a sus papeles de época) le había hecho dudar a la hora de elegirla.
"Parecía un casting flojo", explicó considerando que Winslet era conocida por sus actuaciones en películas como Hamlet de 1996 y otros papeles quizás demasiado similares a los de la socialité de Titanic, Rose DeWitt Bukater.
“Pero luego prevalecieron ideas más sabias y pude ver de qué hablaban todos”, recordó Cameron. De sus actuaciones, añadió que Winslet está “muy viva. Entra en una habitación con mucha confianza y tiene esa chispa de vida”.