Max acaba de anunciar el estreno de la serie documental en dos partes, Taylor Swift vs Scooter Braun: Bad Blood. Este es uno de los proyectos audiovisuales más esperados por los fanáticos de la cantante y promete dar una mirada única del caso.
La plataforma confirmó que la serie documental, de 2 episodios de 60 minutos cada uno, se emitirá el 21 de junio.
Su estreno llega justo después de que Braun confirmara que dejaría el managment definitivamente.
¿De qué se trata Taylor Swift vs Scooter Braun: Bad Blood?
Taylor Swift vs Scooter Braun: Bad Blood explorará la intensa disputa de 300 millones de dólares entre la superestrella del pop, Taylor Swift, y el magnate de la industria musical, Scooter Braun, que ocurrió después de que el empresario comprara los derechos de los primeros seis álbumes de la cantante en junio de 2019.
En el primer episodio, aquellos que conocen mejor a Taylor Swift defienden el argumento de que ella es un ícono, músico y compositora extremadamente talentosa. Según ellos, Swift es repetidamente traicionada y sofocada por hombres en el poder. Sin embargo, aseguran que se levanta en nombre del arte y lo correcto, a pesar de la misoginia de la prensa y la industria musical.
El segundo episodio argumenta que se le ofreció a Swift la oportunidad de comprar los derechos de sus canciones, pero que ella se negó. Expertos de la industria cuestionan si Swift, en cambio, es una mujer de negocios manipuladora y que utilizó su enorme base de fanáticos contra Scooter Braun y su familia.
Fiel al formato ‘vs’, los episodios abordan ambos lados de la moneda. Por una parte el de Taylor que relata que la venta se realizó sin consultarla y que desde entonces se le ha impedido comprar de vuelta sus masters. Por el otro lado, las afirmaciones de Braun de que Swift se negara a negociar.
Con la participación de expertos legales, periodistas y personas cercanas a Swift y Braun, la serie llevará a los espectadores a un examen exhaustivo del enfrentamiento. Aborda las complejidades de la propiedad musical, las dinámicas de género en la industria y el poder de la influencia de los fanáticos. Todo esto, mientras se sumerge en ambos lados polarizados de la disputa permitiendo que formen su propia opinión.