Milky Chance partió su show puntual tocando 'Syncrinizhed' frente a un Coliseo no repleto pero bastante lleno. Los alemanes se subieron al escenario con la energía arriba desde el principio y el público coreando y aplaudiendo desde el primer minuto.
En el escenario eran cuatro músicos. Clemens Rehbein en la guitarra y voz; el otro miembro del dúo europeo Philipp Dausch en el bajo, y otro músico en la batería y un miembro más en la guitarra y teclados a ratos.
Lo de Milky Chance era de otro planeta. Una mezcla entre electrónica y a ratos folk e indie. Algo que solo alemanes podrías hacer. El público bailó, gritó, sudó y se olvidó del frío que hacía afuera del teatro para quedar solamente en polera.
Sobre todo al principio del show, si bien la voz de Clemens sonaba impecable, a veces se perdía entre los instrumentos que estaban sonando a tope. Sin embargo, más avanzado el show esto dejo de ocurrir y el vocalista se robaba la película.
En la tercera canción del concierto, 'Blossom', vino el saludo "good evening everybody", gritó Clemens. Más tarde, en 'Golden', hubo un solo de guitarra de otro nivel, demostrando todo su talento musical.
Durante el show hubo mucha conexión con el público. Mucha comunicación y agradecimiento de la banda por venir a verlos y dejando claro que eran de lejos, lo que hacía más especial esto.
Una hora dentro del espectáculo fue el turno del clásico cover de 'Tainted Love' muy al estilo de Milky Chance. Un sonido muy oscuro y sexy a la vez. Muy Berlín, de donde son originarios sus miembros.
En un momento vino algo casi como una batucada. Tambores sonando a todo volumen y la banda bailando. Pareciera como si Latinoamérica estuviera en sus venas o algo parecido. El público enloqueció.
Durante todo el show, que duró cerca de una hora y media, pudimos escuchar una batería cruda y sin vergüenza. Sin duda algo refrescante.
Por supuesto, hacia el final escuchamos los clásicos de Milky Chance con los que saltaron a la fama en 2013. De esa forma, tocaron 'Flashed Junk Milk', 'Stolen Dance', 'Running' y Sweet Sun'. El público coreó y gritó a más no poder mientras Clemens bebía grandes tragos de pisco puritano y realizaba un salud por Chile.
El final vino acompañado de Jungle con 'Busy Earnin´' y un mensaje de "Thank You" en la pantalla, que por casi todo el concierto pasó desapercibida.