Una fotografía que muestra a un bebé durmiendo en el suelo durante un concierto de Taylor Swift en París provocó indignación entre los seguidores de la artista y ha reavivado el debate sobre la seguridad de los menores en eventos masivos.
La imagen que encendió las redes
La imagen, compartida en X (antes Twitter) por el usuario @jacnights13, muestra al infante aparentemente dormido sobre un abrigo morado en la sección de pie del concierto de Swift en el La Défense Arena.
Aunque se observa a una persona de pie junto al bebé, no quedó claro si se trataba del padre, madre o tutor del menor.
Reacciones de consternación y preocupación
La fotografía generó reacciones inmediatas en las redes, con múltiples usuarios expresando su consternación por la decisión de llevar a un bebé a un concierto de tal magnitud.
Entre los comentarios, se destacaba la preocupación por la seguridad del menor en un ambiente potencialmente peligroso.
¿Qué dicen las normas del recinto?
Un representante del La Défense Arena ofreció declaraciones a Pagesix asegurando que, según las condiciones generales de venta, todos los menores de edad que posean una entrada deben estar acompañados por un adulto.
Además, se subrayó que es responsabilidad del tutor legal mantener la seguridad del menor.
Para aquellos espectadores con niños pequeños en la sección de pie, se propusieron alternativas de asiento que fueron rechazadas por los poseedores de entradas.
La página web de la arena aclaró, en relación a los conciertos de Swift efectuados del 9 al 12 de mayo, las regulaciones sobre bolsas y objetos prohibidos, pero omitió mencionar reglas específicas sobre la asistencia de niños.
Sin embargo, otro apartado recomendaba no llevar a niños menores de 4 años, especialmente por los altos niveles de volumen.
Más allá de la imagen: Un debate sobre la seguridad en conciertos
La polémica en torno a la seguridad de los menores en los conciertos de Taylor Swift no es nueva.
A lo largo de su gira "Eras Tour", la artista se ha enfrentado a críticas por los elevados precios de las entradas. Asimismo, la imposibilidad de comprar boletos debido a los deficientes sistemas digitales e incluso a los controversiales protocolos de seguridad en los recintos.
En este último caso, el más destacado fue en Brasil. Allí una fanática falleció debido a un golpe de calor y la negativa de los organizadores a ingresar con botellas de agua.