El día lunes la PDI encontró un cuerpo esqueletizado en una maleta en plena calle en la comuna de Ñuñoa, el que muchos atribuyeron a crimen organizado. Sin embargo, poco a poco salió a la luz mayor información y se descubrió que se trataba de dos "monjas" que acordaron que cuando una de ellas muriera, nadie debía enterarse.
Es por eso que Lorenza Ramírez escondió el cuerpo de su amiga Erica Fernández cuando ella murió. Lo mantuvo en secreto en una maleta en su casa durante un año completo.
Se especula que fue una de las hijas de Ramírez quien intervino en el caso, lo que derivó que el cuerpo fuera encontrado en la vía pública.
Poco a poco se han dado a conocer distinta información respecto a quienes eran estas dos mujeres y porqué realizaron este pacto.
¿Quiénes eran estas dos religiosas que paseaban por las calles de Ñuñoa?
Fuentes cercanas al caso confirmaron a Emol que las dos mujeres en realidad no eran monjas, sino que eran una pareja muy religiosa desde hace mucho tiempo.
En primer lugar, Lorenza Ramírez se casó en 1963, sin embargo enviudó el 2008. Durante ese tiempo, ambos tuvieron 3 hijos.
Y fueron unos pocos años después que conoció a Fernández en una parroquia donde ambas prestaban sus servicios. Desde ahí decidieron vestir hábitos azules y nunca más utilizaron ropa de calle. Incluso tenían la intención de abrir una congregación, señalaron al medio.
Hace un año fue cuando una de las religiosas falleció en su casa en Ñuñoa, y ahí Ramírez guardó el cuerpo de su pareja en una maleta.
Tres semanas atrás una de las hijas de Ramírez volvió a vivir con ella, y con miedo de que fuera encontrar la maleta, decidió dejarla en la vía pública para que su pareja pudiera tener un entierro digno.
Actualmente, Lorenza Ramírez está imputada como autora de inhumación ilegal, pero quedó en libertad. Esto porque según Fiscalía, no existe conducta anterior de riesgo de fuga o que no colabore con la información.