Anne Hathaway es la protagonista de la nueva portada de Vanity Fair. La reconocida actriz de películas como Interstellar o El Diario de la Princesa, habló con la revista respecto a su actual estilo de vida, lo abrumadora que puede ser la fama e incluso su camino para convertirse en madre.
“Cuando era más joven, la forma en que sabía cómo mejorar era ser dura conmigo misma. Hay un techo para ese camino. Tuve que volver a aprender lo que significa tener impulso, pero hacerlo de una manera enriquecedora", dijo Hathaway respecto al punto en su vida en el que se encuentra.
De esa forma, la reconocida actriz explicó que parte de su cambio se debe a haber dejado el alcohol. "Sabía que en el fondo no era para mí. Y me parecía tan extremo tener que decir: ‘¿Pero nada?’ Pero nada. Si eres alérgico a algo o tienes una reacción anafiláctica a algo, no lo discutas. Entonces dejé de discutir con eso”.
Hathaway también quiso dejar claro que no dice esto desde un punto de vista moralista o juzgando. "Es un camino que cada uno debe recorrer por sí mismo. Mi experiencia personal con esto es que todo es mejor. Para mí, era combustible para desenfrenarme. Y no me gusta desenfrenarme. En lo que tengo fe es en que todos los demás tomarán uno o dos tragos, y cuando todos lleguen a dos tragos, sentirán que han tomado dos tragos, pero sin resaca”.
“Tomo muchas decisiones en mi estilo de vida al servicio del apoyo a la salud mental”, siguió diciendo la actriz. “Dejé de participar en cosas que sé que son agotadoras o que pueden provocar espirales”.
Por otro lado, Hathaway compartió una reflexión con la revista sobre ser actriz. "La humillación es algo muy duro de soportar. La clave es no dejar que eso te cierre. Tienes que ser audaz y puede ser difícil porque piensas: 'Si me mantengo a salvo, si me abrazo por el medio, si no llamo demasiado la atención, no dolerá'. Si quieres hacer eso, no seas actor".
"Eres un equilibrista. Eres un temerario. Le estás pidiendo a la gente que invierta su tiempo, su dinero, su atención y su cuidado en ti. Entonces tienes que darles algo que valga todas esas cosas. Y si no te cuesta nada, ¿qué ofreces realmente?", cerró.