El actor Cristián Campos emitió una declaración en respuesta a la querella por abuso sexual presentada en su contra por Raffaella di Girolamo.
En el comunicado, que recoge ADN.cl, Campos aborda los hechos y defiende su honor frente a las acusaciones.
En su declaración, Campos expresa su sorpresa al enterarse de la querella a través de las redes sociales, antes de ser notificado judicialmente.
Además, enfatiza su repudio hacia cualquier forma de abuso sexual y niega categóricamente las acusaciones en su contra.
Aclaración y defensa
El actor asegura que nunca ha sentido atracción sexual hacia menores de edad y defiende su reputación como padre, tío y padrino.
Destaca su historial de relaciones sanas y de confianza con menores, y lamenta la dificultad de defenderse de una acusación tan grave.
Campos critica el manejo de la Fundación para la Confianza en este asunto, considerando que genera desconfianza en su historia de vida y revictimiza a su esposa, Claudia di Girolamo, víctima de abuso en el pasado.
Afirma que se defenderá con todas sus fuerzas para evitar que esta injusticia quede impune.
La declaración de Cristián Campos
El día de ayer me enteré -no por vía judicial-, sino a través de la cuenta (X) del señor José Murillo, que sería presentada una demanda en mi contra por la Fundación para la Confianza. Al respecto me gustaría manifestar lo siguiente:
1-Considero que las RRSS no son la plataforma adecuada para que una fundación que acoge temas tan delicados, ventile su información. Sobre todo, si el afectado no ha sido notificado judicialmente. El Señor Murillo -quién conoce de cerca estos temas-, debería saber que siempre hay familias detrás, y mostrar más empatía, delicadeza y respeto.
2-Respecto al fondo del asunto: Debo aclarar que nunca jamás en mis sesenta y siete años de vida, he sentido atracción sexual alguna hacia menores de edad. El tema me resulta degradante y repugnante.
He sido un buen padre, buen tío y padrino, y he compartido, y convivido siempre con sobrinas, hijos e hijas de amigos, pololas y parientes. Y jamás ha existido algún asomo de duda, testimonio o suspicacia respecto a la rectitud de mi conducta con menores. Al contrario. Siempre he mantenido relaciones sanas, de confianza y cariño mutuo. Lo doloroso es que resulta muy difícil defenderse de una acusación tan abyecta como esta.
He vivido en carne propia, a través de mi familia política, el dolor y el beneficio de denunciar abusos. Pero también conozco casos en que el tema se presta para llevar a cabo actos de injusticia contra hombres inocentes.
La Fundación para la Confianza crea desconfianza en mi historia de vida, y de paso, revictimiza a mi mujer, quien sí vivió episodios reales de abuso.
Quienes me conocen saben que soy un buen hombre y he hecho siempre un esfuerzo por llevar una vida limpia, lo más empática y amorosa posible.
No soy un mal bicho, y no merezco ser acusado de tal.
Ante esta repugnante y dañina injusticia, me defenderé con todas mis fuerzas, no solo por mí, sino por mi familia, mis amigos y todos quienes me han manifestado su profundo apoyo en estos momentos, de manera que esta injusticia, que tanto dolor nos ha provocado, no quede impune.
Juan Cristián Campos Sallato