Tras la sorpresiva muerte del expresidente Sebastián Piñera, varias personalidades del mundo político han decidido dar su testimonios. Desde amigos hasta familiares, todos se han sentido profundamente tocados por su deceso. De esa forma, su exministro de Salud, Jaime Mañalich, decidió hablar respecto a la dolorosa pérdida.
La conductora de Ciudadano ADN le preguntó cómo recordaba a Sebastián Piñera después de la trágica noticia de su muerte. "Fuimos con él y Cecilia [Morel] a ver Oppenheimer", partió contando el exministro de Salud. "Recuerdo como él comentaba la impresión de la luminosidad que produce el estallido de esta primera bomba atómica. Y el lapsus de silencio que se produce. Y la convicción de que la gente que se levanta ahí (...) tiene la noción de que el mundo ha cambiado para siempre".
“Era muy grato conversar con él porque era un hombre de mucho mundo, de mucha cultura, de mucha historia. Y es muy lamentable su pérdida”, agregó Mañalich antes de quebrar en llanto.
Cuando logró componerse, el ex jefe de cartera señaló: “Él dejó el segundo gobierno una con una sensación muy difícil, de mucho sufrimiento, de angustia, de alguna manera de no entender qué estaba pasando en nuestro país. Y en los últimos meses lo vi renacer, renovarse, rejuvenecer, tomar entusiasmo de nuevo, de considerar que se estaba haciendo algo de justicia a su rol".
"Si hay algo destacable en Don Sebastián Piñera es su rol como Jefe Estado, el ponerse el servicio de las personas”, sentenció Mañalich. “Sebastián no era rencoroso, que es una virtud muy rara. Será capaz de perdonar, de saludar de nuevo, de buscar mejorar la relación con alguien que podría haberlo ofendido”.
El amigo íntimo de Piñera también contó cómo fue la última vez que lo vio, un día antes de que muriera. Mañalich compartió que Piñera estaba preocupado por la tragedia en la V Región y tenía intenciones de apoyar al Presidente Boric.
Una amistad de años
Mañalich también relató cómo conoció a Sebastián Piñera. “Yo conocí como médico (...) muchos años atrás, en la década del 90, a propósito de unos chequeos médicos. Porque él era una persona muy absolutamente sana. Su exámenes de noviembre para licencia de piloto estaban completamente perfectos".
"En ese sentido se estableció primero una relación de médico y paciente. Una relación de mucha confianza", agregó el médico. “Él me designó a mí y es un honor (...) Me recuerdo, en el primer gobierno, el día que el Servel lo nombra oficialmente como ganador, yo estaba en mi oficina y de repente suena mi teléfono y me dice: ‘Jaime, necesito hablar contigo’ (...) Entonces nos sentamos y me pasa una carpeta y me dice: ‘quiero que usted sea mi ministro salud’”.