El debate sobre el uso de aparatos móviles en los colegios ha dado bastante que hablar en las últimas semanas. Todo partió luego de que se prohibieran en algunos establecimientos del país. A estas medidas se suma la iniciativa en el Parlamento, la cual busca incluso restringir su utilización en recreos y actividades extraprogramáticas.
La razón de este proyecto de ley apunta a un tema de salud mental, y a la necesidad de socializar entre los jóvenes y de relacionarse efectivamente con sus pares. Si bien la iniciativa contempla flexibilidad, ya que los estudiantes podrían usar sus celulares junto a sus profesores en alguna actividad académica específica o en el caso de niños con alguna neurodivergencia que requieran comunicarse, aún quedan dudas respecto a su efectividad.
¿Realmente los celulares son malos para el aprendizaje?
Especialistas cuestionan la prohibición del uso de herramientas digitales en el ámbito educativo. De esa forma, destacan la importancia de incorporarlos en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Paz Lorca, directora de la Escuela de Desarrollo Social y Educación del Instituto Profesional IACC, señala que “es fundamental que, hoy en día, veamos la tecnología como un aliado y no como un adversario. Y los celulares son un insumo clave para conectarse con el conocimiento”.
Agrega que también es clave la crianza y la educación responsable. “Debemos educar en un entorno seguro. Y, para eso, es fundamental procurar el bienestar y la salud mental de los niños y jóvenes; evitando que caigan en excesos y dosificando el uso de estos dispositivos. En cuanto a tiempo y supervisando para qué están siendo utilizados”, señala.
En este sentido, plantea que el uso de la tecnología abre una tremenda oportunidad para permitir que los estudiantes aprendan a cuestionar el mundo y no sean sólo reproductores de información. “Sino que también sean capaces de analizar, relacionar y profundizar en aquello que no saben o que les interesa aprender. Algo que se puede hacer con las alternativas y aplicaciones que proporcionan los dispositivos móviles”.
Por lo mismo, Lorca enfatiza en que más que prohibir, restringir e imponer, “lo ideal sería generar estrategias". La idea es lograr sacarle "el máximo provecho a estas herramientas que llegaron para quedarse”.
Para finalizar, señala que “la supervisión y apoyo son la clave para encontrar un justo equilibrio que permita el aprovechamiento positivo de las tecnologías mientras se promueven valores y habilidades para una vida equilibrada y respetuosa”.