En Mañana Será Otro Día conversamos con Soledad Garcés, investigadora de la Fundación Convivencia Digital y directora del Diplomado en Gestión del Clima y Convivencia Escolar de la Universidad de los Andes. La entrevista se dio luego de la tendencia de distintos colegios chilenos para prohibir celulares en las salas de clases.
Sobre la medida, Garcés comentó que "mientras no sea un trabajo con la familia es poco el impacto que tiene el colegio. Si el colegio impide el uso de celulares no puede regularlo completamente. Tiene que ir de la mano con la educación de los padres, de enseñar que el colegio no es un lugar para andar con celulares".
Prohibición de celulares en clases
La investigadora de la Fundación Convivencia Digital explicó a raíz de la idea de la prohibición de celulares en clases que "la presencia de un celular ante un cerebro inmaduro los mantiene en un estado de alerta. Cuando estás así, no aprendes. Las razones por las que los padres entregan los teléfonos es para saber si les pasa algo o coordinar la salida del colegio. La más fuerte es que se pueden quedar fuera del grupo. Como fundación estamos trabajando en 50 colegios donde estamos coordinando con los padres para que entreguen celulares solo después de octavo básico".
"La evidencia muestra que la atención se mantiene en un buen nivel cuando el celular está en otro lugar que el niño. Lo mejor es que cada uno se haga cargo y que cada niño tenga el teléfono que necesita solo para hacer llamadas. Para que la ley funcione también tienen que haber regulaciones a los niños y a los padres. No hay tiempo para los hijos ahora", agregó.
Rol de los padres
Respecto al trabajo de la Fundación Convivencia Digital, Soledad Garcés explicó que "nosotros trabajamos con 102 colegios al año y la mayoría de niños reclaman que los padres no están. El 83% de los padres castiga quitando tecnología, lo usan como un arma de educación".
"Hay poca disposición, pero tampoco hay educación del cómo. Hay una falta de capacidad parental enorme. Los papás no van a actividades. Me encuentro en las charlas con 9.000 apoderados al año que la mayoría se pregunta si lo está haciendo bien", reflexionó.
Garcés agregó que "trabajamos con todos los apoderados, de todo sector económico y social, para regular el uso de pantallas en niños. Pero eso se hace con los padres. Este año la UNESCO sacó un documento donde decía que hay que tener ojo con los teléfonos y que las tecnologías que se usen en la sala de clases deben ser mediadas por un adulto que haya sido capacitado y que tenga planificación de clases correspondiente".
Recomendaciones
Para la experta también hay espacio de oportunidades en las tecnologías. Así, matizó que "el impacto de la tecnología puede ser tremendo o muy poco. El trabajo colaborativo con tecnología es tremendamente beneficioso, pero lo que no voy a hacer es llenarme de pantallas".
"Estos son caminos progresivos. Lo supervisas, lo acompañas y de a poco vas permitiendo abrir más aplicaciones. Tiene toda lógica que una niña de 15 años tenga un teléfono para organizar con sus amigas. En primero básico no corresponde. A los 15 puede tenerlo perfectamente, pero regulado. El problema es que esa regulación tiene que ver con un control parental que no está", añadió.
Soledad Garcés dio como recomendaciones para educar a los hijos e hijas en convivencia digital que "hay que tener tres preguntas a mano: Preguntar el contexto y la realidad de los emociones de tu hijo o hija. Contexto, emoción, solución. Para qué quiere cierta aplicación, qué siente con esa aplicación y qué hará si la agobia. Que el hijo sienta que puede recurrir a sus papás si tiene algún problema".
"Aprender a dialogar es mucho más efectivo que hacer sanciones cortas", concluyó.