En una nueva edición del Gabinete Concierto en Mañana Será Otro Día recibimos a Noam Titelman, cientista político e investigador de la universidad francesa Sciences Po. La entrevista se da para analizar el Caso Convenios y sus nuevas aristas y el clima político de cara al plebiscito constitucional del domingo 17 de diciembre.
Caso Convenios
Sobre el Caso Convenios, Titelman comentó que "a todos nos empieza a pasar que hay tantas caras del problema que uno empieza a perder la cuenta de los casos y las repercusiones. Un tema es la pregunta por la práctica de la gestión del Estado. Hay un tema más político, porque una de las cosas por las que esto pesa tanto en el Gobierno actual es que era un tema que tenía énfasis en esta generación"".
"Los problemas de corrupción no se detienen cambiando al elenco, es insuficiente. Tenemos que pensar en cómo evitar que este tipo de cosas ocurran. Hay un par de cosas que creo que son relevantes", añadió.
Así, el cientista político identificó como primer problema "la poca descentralización que tenemos. Algo no está resultando y tenemos que ver cómo distribuir los recursos y como se responde al control de gestión. No es coincidencia que muchos de los escándalos son a nivel de Seremías, gobernaciones regionales o municipios. La poca descentralización que tenemos parece que no se está haciendo bien".
"Otro problema es la profesionalización del Estado. Tiene que haber un servicio civil sólido que se mantenga en el tiempo. Hay una diferencia clarísima con otros países de la OCDE en recursos humanos. Hay poca profesionalización de los trabajos, lo que genera externalización y malas prácticas", agregó.
Titelman advirtió que "una cosa notoria en la primera vuelta de las elecciones es que nunca se mencionó la modernización del Estado, que es un tema decidor. Esto va a durar un buen tiempo. Van a haber muchas tensiones y presiones para que hayan responsabilidades políticas y legales. Si la pregunta es si la tensión entre oposición y Gobierno se acaba con la salida de Miguel Crispi o el ministro Montes, la respuesta es no".
Campaña electoral
Sobre la actual campaña electoral de cara al plebiscito constitucional y el clima político, Noam Titelman comentó que "hay dudas de si estamos viviendo un momento donde lo que más impera es el sentimiento anti élite o más bien hay una polarización e incorporación de un nuevo mundo de votantes con una visión más tradicionalista".
"En la campaña vamos a ver cada vez más cuál es el lado verdaderamente anti política. De ahí se puede entender el 'que se jodan'. Es una campaña que fue efectiva en disputar los votos anti política y no es coincidencia que al usar ese lenguaje hubo un aumento del 'a favor'. Al mismo tiempo es una derrota, porque con esto pierden los sectores más centro y centroderecha de la opción 'a favor'", alertó.
Así, el cientista político explicó que "en algún momento, quizás con razón o no, la táctica del a favor fue entrar a disputar al votante anti político. La franja del 'que se jodan', cambiando un par de palabras, perfectamente podría ser una franja de la Lista del Pueblo. El discurso anti política puede ser muy flexible y puede servir para cualquiera de los dos lados".
Consultado por sus proyecciones para el plebiscito constitucional del 17 de diciembre, Noam Titelman señaló que "le creo a las encuestas. Si uno mira los promedios son 55/45 ganando el 'en contra'. Le creo a eso"
Carrera presidencial
El investigador de la universidad francesa Sciences Po analizó también el escenario político "Hay una percepción de que una derrota del texto es una victoria de la izquierda y una victoria del texto es una victoria de la derecha. Si gana el 'a favor' es casi inevitable que José Antonio Kast sea el candidato de toda la centroderecha. No es coincidencia que, poco después que Matthei termina coordinándose con el 'a favor', José Antonio Kast vuelva a la carrera presidencial"
"Ya estamos viendo una especie de presidencialización del debate. Para el Gobierno se juega que, si ya hoy es difícil ponerse de acuerdo para aprobar reformas, ahora va a haber una disputa más grande entre la centroderecha y la derecha. La última vez que un Gobierno pudo mantener la agenda fue solo el primer año del segundo mandato de Michelle Bachelet", concluyó Noam Titelman.