En Mañana Será Otro Día conversamos con el doctor en Astronomía en la Universidad de Toronto y escritor, José Maza. La entrevista se da por el lanzamiento de 'Luna para niños y niñas', que busca generar curiosidad y dar respuesta a algunas preguntas sobre el cielo y la luna para los más pequeños.
José Maza agradeció la invitación a Radio Concierto recordando su infancia. "La radio tiene una magia especial para mí. Lo único que recuerdo de mi infancia en Parral era escuchar y juguetear en la radio", dijo.
Divulgar la ciencia para niños
Sobre por qué preguntarse por la luna y enfocarlo en los niños, José Maza contó que "año a año he ido evolucionando en mi afán por divulgar la ciencia y el conocimiento. Quiero divulgar hacia los niños porque tengo un dicho de que hay que llegar a las neuronas antes de que lleguen las hormonas".
"Cuando uno le habla a niños de 6, 7 u 8 años se enganchan en lo que uno les dice. Si motivo a que miren la luna, si los niños aprenden a ver más allá de mirar, de ahí para adelante tienen mucho tiempo para seguir haciendo preguntas y aprendiendo. A mí me asiste el convencimiento que realmente el problema que tiene Chile es falta de educación", añadió.
El doctor en Astronomía explicó que "hace 100 años se hizo la ley de instrucción primaria obligatoria. Todo el mundo aprendió, más o menos, como se lee. Pero no se aprendió a leer. En Chile se leen aproximadamente unos dos libros per cápita al año. Yo escribí el libro para adultos, con 40 años haciendo clases en la Universidad, pero la editorial me ayudó a llevarlo a un idioma más de niños".
"Harry Potter cambió el chip de muchos niños. Mis dos hijos, con tres años de diferencia, se engancharon con esto y no me miraban raro por leer. Ahora, a día de hoy, siguen leyendo lo que se ponen por delante", valoró.
“Luna para niños y niñas”
José Maza también habló de algunos de sus mitos favoritos sobre la luna incluidos en 'Luna para niños y niñas'. "Uno de los mitos más bonitos es el del Quetzalcóatl que salió a caminar, se cansó y al final del día salió un conejo que le dijo que comiera pasto. Quetzalcóatl le dijo que no y el conejo se ofreció para que se lo comiera, y el dios por su generosidad lo levantó hasta la luna", dijo.
"Con un poco de imaginación, en la luna hay dos cosas que parecen las orejas de un conejo. Esas cosas creo que para un niño pueden llamar la atención", agregó.
El escritor de 'Luna para niños y niñas' reflexionó que "si uno mira la luna, podemos ver que todos los días está un poco distinta. Llega un momento en el que a las 10 de la noche ya no salió. Todos los días sale 50 minutos más tarde, porque da la vuelta completa en 27 días y medio. Si los niños buscan al conejo, van a ver otras cosas más en la luna".