La actriz de la serie "Merlina", Jenna Ortega, reveló que "no puede verse" en pantalla. En una nueva entrevista, la actriz de 21 años confesó que no podría avanzar en su carrera si pasara demasiado tiempo enfocándose en las cosas que no le gustan de una escena en particular.
La reflexión de Jenna Ortega sobre la percepción en pantalla
En una conversación con la revista Harper's Bazaar (via NME) en su edición de diciembre/enero, en reconocimiento a su premio "Breakthrough" en los Women of the Year Awards 2023, Ortega expresó: "No puedo ver mi trabajo, sé que no podré avanzar y seguir creciendo como actriz si me aferrara a ciertas cosas. Muchas personas en mi profesión probablemente pueden relacionarse con esto: cuando haces una toma que no te gusta, te vas a la cama lamentándolo. Pero, en última instancia, todo lo que puedo hacer es ser vulnerable y honesta cuando la cámara está encendida, y luego tengo que seguir adelante y dejarlo ir".
La actriz dijo que está decidida a tomar el control de su carrera y que está ansiosa por cometer errores para aprender de ellos. "Quiero poder orquestar realmente mi propio futuro y tomar decisiones más específicas y precisas", afirmó. "Incluso he rogado un poco que me permitan cometer un error. Porque, ¿Cómo puedo aprender si no lo hago por mí misma? No puedo tener miedo de la posibilidad de caer. Pero es difícil hacerlo cuando tantas personas están observando".
Ortega agregó que ha aprendido a mantener su ansiedad a raya al darse cuenta de que no es la única que "naturalmente tiene miedo" de cometer errores y que incluso las personas más exitosas a veces pueden tener dificultades. "Lo que me ayuda a dormir por la noche es saber que todos, sin importar cuán exitosos o trabajadores sean, están improvisando. Nadie sabe lo que está pasando. Todos están haciendo algo por primera vez. Nadie está por encima de ti. Nadie está por debajo de ti. Todos estamos en igualdad de condiciones porque todos estamos naturalmente asustados".
En otro punto de la entrevista, Ortega compartió que alguna vez quiso teñirse el cabello de rubio para parecerse a Cenicienta. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que al ser ella misma, se convertiría en un modelo a seguir mucho más poderoso. "Pensé, 'No quiero que otras chicas jóvenes miren la pantalla y sientan que tienen que cambiar su apariencia para ser consideradas hermosas o valiosas'".