Aunque Pet Shop Boys tuvo su época de esplendor entre los años 80 y 90, el show de hoy dejó claro por qué lograron conquistar el mundo con sus temas. El dúo de Neil Tennant (69) y Chris Lowe (64) es conocido por su pop inteligente y vanguardista, pero también por ser grandes productores y creadores de espectáculo. El de esta noche no fue la excepción.
A lo largo de su carrera la banda ha transitado entre el éxito comercial –con varios hits en el Billboard Hot 100 y altas ventas– y períodos donde el recibimiento del público no fue el mejor pese a que la crítica los alabó. Como el caso de Behaviour (1990) que tuvo poca popularidad pero considerado hasta el día de hoy como una de sus mejores piezas.
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El show de Pet Shop Boys hoy recorre todas sus facetas pero se centra en sus hits. Very (1993) lo cambió todo para la banda y los consolidó como lo que son hoy: unas de las figuras más influyentes en el pop y electrónica moderna.
Esta no es la primera vez que el dúo aterriza en nuestro país. Han visitado Chile en otras cinco ocasiones; en 1994, 2007, 2009, 2013, y 2016. El concierto de esta noche partió con diez minutos de atraso, que Pet Shop Boys supo recompensar con una triunfal entrada tocando 'Suburbia'.
Pet Shop Boys en Chile 2023
Con un robusto y potente setlist de alrededor de 25 canciones, la banda presentó su "Dreamworld: The Greatest Hits Live" tour frente a un Movistar Arena completamente sold out, y de hecho, sobrevendido porque muchos asistentes de cancha quedaron fuera del espacio debido a lo repleto. Pero a los fanáticos, que esperaron siete años el regreso de los ingleses, no les importó. Estaban eufóricos y ansiosos por verlos hacer magia sobre el escenario.
Pet Shop Boys son pioneros en lo que se conoce como synthpop. De esa forma, su show descansa principalmente en el sintetizador. Sin embargo, además de ellos dos, también estaban acompañados por una corista, una batería y un bajo.
El primer gran momento de la noche llegó de la mano de 'So Hard' con su característico sonido de inicio el público se volvió loco en gritos y aplausos mientras otros sacaban su celular para capturar el momento. Las gráficas que acompañaron la canción eran líneas blancas en un fondo negro que parecía imitar sus siluetas caminando y luego se transformaban en misteriosas figuras.
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Después vino un cambio de outfit al tradicional sombrero con forma de marinero en 'Left to My Own Devices' acompañado de rayas de fondo. "Muchas gracias", gritó el vocalista en una de sus primeras interacciones con el público después del estruendo de aplausos que recibió al terminar la canción.
El grupo sorprendió con 'New York City Boy', que no estaba en el setlist original, y la gente no podía más de emoción. Luego vino una parte acústica, contra todo pronóstico. El vocalista con una guitarra, un pandero y voz de apoyo. Luego se sumó un bajo.
El juego de luces fue espectacular y más que un complemento era parte fundamental del show completo. Más tarde fue el turno de 'Always on my Mind', que hacia el final de la canción, Tennant hizo al público cantar la letra a todo pulmón.
Un final inolvidable
En 'Dreamland' el vocalista apareció con la capa plateada brillante y unas gafas muy ochenteras, un recuerdo de su época dorada. En la canción siguiente, 'Heart', cerraron increíblemente y sus fanáticos estallaron en aullidos de felicidad.
El dueto hizo un final falso con una luna roja después de 'It's A Sin' y que terminaba con la pantalla en blanco mientras ellos se bajaban del escenario. El público pedía más entre gritos y aplausos y Pet Shop Boys regresó con 'West End Girl' vestidos de traje formal negro, corbata del mismo color y camisa blanca.
"Santiago you're amazing. Thank you. Muchas gracias", se despidieron los ingleses antes de tocar su último tema 'Being Boring' y cerrar un espectáculo de oro que duró casi dos horas.